Para sorpresa de nadie, la película de Zack Snyder está enfrentando a todos los bandos posibles de las redes sociales. Los fans, los haters, los casuals, los indiferentes y los profesionales: nadie se está librando de aplaudir o condenar 'Ejército de los muertos', para sorpresa mía, un triunfo que entierra la última década de penurias de un director con ganas de fiesta.
No es otra estúpida película de zombies
Una carretera que atraviesa el desierto de Nevada por la noche, únicamente iluminada por el convoy militar que recorre la autopista en el horario en que se hacen las cosas peligrosas. Unos escoltas militares conscientes de estar transportando una mercancía inaudita y peligrosa, jugando a las adivinanzas. ¿Una bomba nuclear? ¿La constitución original? ¿ALGO del Area 51? Snyder tal vez nos está diciendo lo que pasa en realidad como lo hacen los magos. ¿Y si en realidad esto no es una película de zombies y sí de una invasión extraterrestre? Ese comienzo, por lo que sea, tiene aroma al de la adaptación cinematográfica de 'The Twilight Zone', conocida en España como 'En los límites de la realidad'.
Pero antes de todo eso ya nos hemos perdido dos importantes pistas en forma de luminosos rayos de luz que atraviesan el cielo militar de la base de la que han salido esos camiones. Vaya, que esto igual no va de zombies y Snyder nos la ha colado a los 35 segundos de metraje. Como los niños malcriados, estamos empeñados en romper los regalos antes de jugar con ellos.
Se ha criticado mucho el constante cambio de foco en la película, pero hay que recordar que la primera rectificación de foco está completamente justificada: el foco está sobre la cámara que retrata al nuevo matrimonio en el atardecer de los muertos. Acto seguido Snyder decide que el fin del mundo tenga como punto de partida una astracanada marca de la casa: el apocalipsis llegará por una felación en mal momento. ¿Aquién no le ha pasado? La sorpresa de la pareja zombie que domina la ciudad también nos recuerda otro de los greatest hits de Snyder.
A simple vista puede parecer que una película como 'Ejército de los muertos' está llena de lagunas o de tantos agujeros de guión como de bala, pero es el precio que se paga por ser valiente y guardarse algún que otro as en la manga. Además, la película explica muy bien lo que su creador tiene en la cabeza. Que tu película más personal se titule ARMY OF THE DEAD es un ejercicio de honestidad brutal que deberíamos respetar y celebrar.
Personalmente agradezco que no haya un origen sobre el que perder el tiempo (¿acaso no lo han dado los militares del camión?) y que Snyder aproveche los créditos para resumir la hecatombe de Las Vegas haciendo esos resúmenes que tan bien se le dan, algo que choca con la duración de sus largometrajes y que es la mayor paradoja del cineasta. Con lo bien que se expresa en la distancia corta no termino de entender su gusto por las maratones interminables.
No sé si Snyder se considera parte esencial del nuevo zombie, podría atribuirse algo, por qué no, gracias a su excelente primera película, aunque Danny Boyle estuvo más rápido (jeje) pero se atreve a jugar con los códigos preestablecidos sin miramientos: esos muertos hibernando, la estructura piramidal de los monstruosos seres y, sobre todo, con los malditos animales, tal vez nos estén hablando de algo que en realidad poco o nada tiene que ver con el mondo zombie y sí esté más cerca de ideas mucho más festivas como 'La noche del cometa' o 'El terror llama a su puerta'. Llámame loco. Por no hablar de esos cadáveres idénticos a los miembros del equipo y pertenecientes a ¿otra realidad?.
Snyder tiene el valor de reformular buena parte de la anquilosada teoría zombie para presentar un híbrido. Su película, como su criatura, también lo es. Y, mira, si vas a meter a un gran felino, que sea para algo así. Eso debió pensar también Mel Gibson en su momento. Mel Gibson, Zack Snyder, la verdad es que parece que todo está claro aquí. Dos personajes peculiares, dos cineastas monumentales. Por momentos, sobre todo en el prólogo, también se viene a la cabeza el 'John Rambo (Rambo IV)' que Stallone nos brindó en 2008, pero con un gore que luce mucho menos digital ahora.
También estaría bien recordar a ese líder ¿zombie? que parece salido de otro ejército: el de las tinieblas. Porque todo es puro 90s aquí. Empezando por el diseño de producción y terminando por la fotografía, no sé si visionaria pero sí rompedora, idea del propio autor. ‘Ejército de los muertos’ se ve como se veían aquellos primitivos dvds que llegaban a nuestras primeras teles panorámicas a través de euroconector. ¿Y si se pone de moda el píxel muerto? Casi como una adaptación libre de un 'Doom' desatado en nuestro planeta, ese espíritu de los 90 vuelven aún más especial a la película.
Dead Rising de Marte
Siendo una misión de mercenarios infiltrados en un mundo cerrado y devastado, 'Ejército de los muertos' puede recordar al Carpenter más centrado en este tipo de misiones, como las dos aventuras de Serpiente Plissken en Nueva York y Los Ángeles. Esta nueva misión en Las Vegas se asemeja más a los 'Fantasmas de Marte', la última película (digna) de uno de los cineastas más importantes de la historia del género. Su clan monstruoso liderado por una estrella del metal medieval montado a caballo. La idea de la (mini) bomba nuclear como colofón a la fiesta nacional parece otra idea salida de su mente.
Volviendo a la parte humana de la propuesta, Snyder recupera para la causa a la francesa Nora Arnezeder, poco dada a este tipo de festines, mientras entrega a Dave Bautista otro personaje con fondo melancólico y una hija interpretada por Ella Purnell a la altura de las circunstancias. Dentro de este reparto multicultural cabe destacar la presencia de Matthias Schweighöfer, que ya tiene a punto como director y protagonista la precuela 'Army of Thieves', la historia de su vida como ladrón antes de la película de Snyder. Tig Notaro también se ve con fuerza para robar su parte de la función cuando se lo propone.
Entre precuelas, secuelas, proyectos episódicos y demás apuestas de futuro, 'Ejército de los muertos' es un triunfo. Lo es porque consigue funcionar a través de Netflix, plataforma que parece especializada en sacar lo peor de los directores que se ponen a su servicio. Snyder, como Michael Bay con la prodigiosa '6 en la sombra', consigue ofrecer una película personal donde apenas se intuye la presencia de la gran N. Zack Snyder consigue esa buena historia con una película entre padre e hija, quién sabe si inspirada en su día a día, tal vez ofreciendo una dolorosa última entrega emocional a su pérdida personal.
La guinda a este pastel la pone el excelso score de Junkie XL, que en su nueva colaboración con el cineasta ofrece su trabajo más comedido y sintético. La música de la película está donde reside el corazón de la misma. Una obra más intimista, melancólica y de otra época disfrazada de extremo disparate para todo el mundo. Y, ojo, que eso también me parece merecedor de una celebración. Zack Snyder ha vuelto y lo ha hecho en un mundo donde parecía imposible lograr una adaptación digna de 'Dead Rising'. Pues toma dos tazas, mundo. Cuando el director ofreció su Liga de la Justicia en realidad lo que quería era adaptar 'Injustice'. Snyder es un flipado, sí, pero un flipado de los nuestros.
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La noticia 'Ejército de los muertos' es mucho más que una película de zombies: Zack Snyder nos devuelve a los 90 en su película más personal fue publicada originalmente en Espinof por Kiko Vega .
Javier Fernandez
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