Perdonad que me ponga un poco abuela Cebolleta para recordar cómo llegó 'Vikings' a nuestras vidas. Era 2013 y empezaban a bombardearnos los estrenos de primavera. ¿A qué serie darle una oportunidad? Ni HBO, ni AMC (por entonces, Netflix solo era una nube de esperanza), History Channel traía una de las propuestas más llamativas.
¿History Channel? No es que su bagaje seriéfilo fuera precisamente impresionante. Hasta el momento, solo había producido 'Hatfields & McCoys'. Así que 'Vikings' tal vez simplemente sería un documental con secuencias ficcionadas, interesante pero sin deslumbrar. Pero entonces, desde los mismísimos créditos de arranque, nos quedamos atrapados a esas imágenes tan poéticas, feroces y sugerentes.
Unido a la velocidad de su trama, sus giros salvajes y todo lo que nos contaba sobre la cultura vikinga, la serie nos conquistó. Ahora nos llega la la sexta temporada... pero antes de seguir, un aviso: podéis encontrar SPOILERS de 'Vikings' en este texto, si no estáis al día. Leed con precaución...
Poco a poco, más adeptos se sumaron a la serie. Las tramas de Ragnar (Travis Fimmel) iban ganando vigor y fuerza. ¿Y las de sus hijos? Yo era de las que de verdad pensaba que la muerte del gran vikingo no tenía porqué suponer la decadencia de 'Vikings'.
Ahora confieso que la sigo viendo por esa fidelidad extraña que desarrollamos hacia algunas ficciones, que ya no nos gustan tanto, pero a las que no queremos abandonar en su lecho de muerte después de los grandes momentos que nos han regalado.
La sexta temporada, que ha empezado hace unas semanas, será la última para 'Vikings'. Su final llega tras una bajada de espectadores motivada, según dicen, por la falta de historias que cuenten algo verdaderamente vibrante. ¿De verdad la serie ha perdido en interés? ¿Por qué?
Un Bjorn diluido
Tengo la sensación de que muchos de los personajes han caído en una especie de apatía que les inmoviliza. Ahí tenemos a Bjorn (Alexander Ludwig), al que llegar al trono de Kattegat le ha sentado peor que mal. Este guerrero, que un día derrotó a un oso con sus propias manos, languidece ahora en una corte en la que se pasa las secuencias inactivo.
Su disyuntiva es prometedora, quiere ser el rey justo y benévolo que Ivar nunca fue y no sabe cómo lograrlo. Pero su puesta en marcha se reduce a conversaciones y más conversaciones sobre el bien y el mal. Para tratar de alegrar un poco su trama, le han colocado a Ingrid (Lucy Martin), una mujer que puede desestabilizar su matrimonio.
¿Otra vez? Esta trama de la sirvienta con ganas de prosperar a costa de lo que sea la tenemos ya un poco vista en 'Vikings'. Pasó con Margrethe y con Freydis. Ojalá nos sorprendan y veamos evolucionar la historia hacia algo nuevo, pero tras ver la conversación entre Bjorn y Gunnhild y luego cómo la cámara se centraba en la mirada maliciosa de su criada, me dio mucha pereza...
Ahora, hemos dejado a Bjorn, por fin, activo, tratando de rescatar a Harald (Peter Franzén). Aunque tener que esperar tres capítulos enteros para ver ya no volar, sino empezar a aletear, a uno de los grandes protagonistas, no me parece muy buena señal.
A la temporada 6 de 'Vikings' le cuesta arrancar
Puede que uno de los problemas de la serie haya sido alargar tanto sus temporadas. La primera temporada fue de nueve capítulos, la segunda de diez. Muy lejos de los 20 que tuvo la quinta temporada y que volverá a tener esta sexta.
Tal vez por eso, han de estirar las tramas más de lo necesario, y tenemos un arranque de temporada con tantos personajes de bajona. Como el pobre Hvitserk (Marco Ilsø), al que han decidido sumir en un infierno que creo que no está demasiado justificado, teniendo en cuenta su evolución en la temporada anterior. Más bien parece que no saben qué hacer con el personaje.
O Ubbe (Jordan Patrick Smith), qué poco me convence este personaje. Es bondadoso, generoso, justo, noble... un dechado de virtudes impresionante. Pero me resulta un "sinsal" que pasa por las tramas sin pena ni gloria. Incluso cuando se enfrentaba con Ivar, le faltaba algo. Y ahora, este juego de las familias ejemplares que tienen Bjorn, Torvi, Lagertha (que no olvidemos, mató a su madre) y él, es muy idílico, pero un tanto 'La casa de la pradera' de más.
Por su parte, Lagertha (Katheryn Winnick) parece estar despertando. Pasó los dos primeros capítulos construyendo una vida de guerrera retirada que no es que no sea bonita, pero que igual aburre un poco. Ahora, tiene un nuevo pueblo al que defender, unos nietos a los que proteger… Ver desenterrar su espada nos hizo dar un saltito de emoción. Por favor, un digno final para la doncella escudera por excelencia.
La nueva trama
'Vikings' siempre se ha caracterizado por su equilibrio entre divulgación y ficción. Después de haber asistido a muchos ritos vikingos, en esta temporada estamos aprendiendo un poco de los rus. Esos rusos que provienen de los mismos vikingos pero que ya han abrazado el cristianismo.
Además, esta trama va a servir para redimir a un Ivar que, en la temporada anterior, lo dio todo con unas orgías de sangre un tanto barrocas. Ahora nos quieren convencer de que no es tan fiero como lo pintan y para ello, le han convertido en prisionero-amigo de El Profeta. Y, seguramente, en protector del príncipe Igor.
¿Existió Oleg realmente? Nos hemos acostumbrado a ver ‘Vikings’ de una manera muy especial. Cuando acaba un capítulo, corremos a googlear si las tramas son tal y como se nos cuentan. Pues sí, existió un Oleg de Novgorod. Conocido por ser un gran estratega militar que fundó el Rus de Kiev, un imperio que duró cuatro siglos.
A mí, esta trama también me deja cierta sensación de dejà vu. Me recuerda a cuando Ragnar viaja a la corte inglesa y se hace íntimo amigo de su enemigo, el rey Ecbert, que el pobre hombre no pudo disgustarse más cuando lo mataron. Así que tenemos a un Ivar en un perfil muy bajo (de momento). De nuevo, un potente personaje actuando como secundario.
Y los que no están
Hablando de ingleses, ¿dónde se han metido? Vamos por el capítulo tres y, dada la importancia que han tenido a lo largo de la serie, se les echa mucho de menos. La cosa quedó muy emocionante con un Alfred tomando el control. La historia real nos dice que Alfredo el Grande fue el primero en erigirse como rey de los anglosajones.
Durante la temporada pasada, esta fue una de mis tramas favoritas. Rezumaba esas tensiones históricas (más o menos reales) que esta serie siempre ha tenido. Muy alejada de la matanza infinita y sin escrúpulos (y para mí, completamente desmesurada) que vivíamos con Ivar. Que ahora nos quiten esta trama de golpe y porrazo… pues no lo entiendo, la verdad. Espero que la recuperen pronto.
¿Y Floki? ¿Y el asentamiento en Islandia? ¿No se merecen un poco de atención por parte de la serie? Está claro que esta historia va a continuar en algún momento, ya se nos ha anunciado una nueva expedición por parte de Ketill. Pero, con tantas secuencias un tanto insípidas que estamos teniendo en este arranque, tal vez hubiera animado un poco la cosa que esta trama no se redujera a: "Floki se perdió. Punto y final".
A ‘Vikings’ le queda poco tiempo de vida y ¿mucho que perder? Para mí ha sido una de las mejores series de los últimos años. Y me da mucho miedo que degenere en una historia superficial en la que las guerras vikingas no tengan más trascendencia que llenar minutos de la trama. En fin, siempre podemos poner nuestras esperan en el spin-off que Netflix está preparando: 'Vikings: Valhalla'.
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La noticia 'Vikings' no conquista con su sexta y última temporada: ya es una de series que solo se sigue por lealtad fue publicada originalmente en Espinof por Noelius .
Javier Fernandez
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