Sony había estrenado hasta la fecha cinco películas protagonizadas por Spider-Man, algunas mejores recibidas que otras, pero en mi caso he de confesar que disfruté en mayor medida de todas ellas. Sí, eso incluye tanto ‘Spider-Man 3’, que siempre he creído que recibió muchos más palos de los que merecía, como ‘The Amazing Spider-Man 2’, la cual era hasta mi aventura favorita en la gran pantalla del trepamuros hasta ahora.
Por ello, a mí me hubiese encantado que Andrew Garfield siguiera dando vida a Peter Parker, pero tampoco iba a quejarme ante la idea de que Marvel recuperase el control creativo del personaje. Además, Tom Holland hizo un magnífico trabajo en ‘Capitán América: Civil War’, por lo que sentía mucha curiosidad hacia la primera que girase a su alrededor. ‘Spider-Man: Homecoming’ llega finalmente este viernes a los cines españoles y estamos de enhorabuena, porque es la mejor película centrada en este superhéroe hasta ahora y la adaptación definitiva.
Un pequeño milagro del cine de puro entretenimiento
Algunos quizá hayáis reaccionado con incredulidad ante esa afirmación, ya que a veces se suele abusar del concepto definitivo para intentar dar más fuerza a una simple opinión personal. Es obvio que en este caso algo hay de eso, pero también que es solamente la segunda vez que me atrevo a decirlo de una adaptación -la anterior fue con la estupenda ‘Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo’-, ya que ‘Spider-Man: Homecoming’ me da exactamente lo que siempre había querido de una aventura en el cine del trepamuros. A partir de ahí se puede ir a más, pero siempre siguiendo esta misma línea.
Por lo pronto, es de agradecer que Marvel haya optado por obviar una película de presentación al uso, prescindiendo de ese toque trágico asociado a la pérdida del Tío Ben -lo siento, pero no hacía falta volver a verlo y todos iban a quejarse en caso de volver sobre lo mismo- para optar por mostrarnos cómo un chaval que simplemente quiere usar sus poderes para ayudar a los demás se convierte en un auténtico superhéroe.
Eso además justifica la presencia de Robert Downey Jr. a modo de mentor, lo cual está muy bien administrado por el libreto -esta vez tener tantos guionistas no ha causado desequilibrio alguno- para que la presencia de Tony Stark se deje sentir pero sin que en ningún momento ensombrezca a Peter Parker -a decir verdad, casi sale más Jon Favreau como Happy que su jefe en la ficción-. Ésta es su película y el único que puede hacerle algo de sombra es Buitre, el villano interpretado con por un impecable Michael Keaton.
De hecho, ‘Spider-Man: Homecoming’ no empieza con esos divertidísimos primeros minutos centrados en la participación de su protagonista en ‘Capitán América: Civil War’, ya que el prólogo pertenece por completo a Keaton. Ahí se sientan las bases de una de las claves para que escape por completo al problema con los villanos de Marvel, ya que su humanidad ayuda a distinguirlo de aquellos que simplemente quieren dominar el mundo o el universo.
Y eso es algo en lo que además se entra con la suficiente profundidad para entender lo que hace, dándole así un fondo diferente al que estamos acostumbrados. Keaton agradece mucho eso y en todo momento clava su actuación, tanto cuando tiene que resultar temible como cuando ha de mostrar que no deja de ser alguien que está velando por el bien de su familia -o incluso un magnífico momento en el que ha de mostrar ambas cosas al mismo tiempo-. No todo es blanco o negro con él y eso da mucho juego.
Sabe lo que quiere y lo borda
No obstante, ‘Spider-Man: Homecoming’ no propone un relato al uso entre héroes y villanos, ya que el tono que domina la función se asemeja más al cine de adolescentes hecho por John Hughes en los 80, habiendo incluso comportamientos de algunos personajes que no dejan de ser un homenaje directo a títulos concretos -no entraré a decir qué ni cuáles por eso de evitaros los spoilers-. Todo ello con muchísimo humor, más incluso que cualquiera de las demás de Marvel.
Esto crea una dinámica diferente que permite mostrar otro punto de vista del personaje, encajando mejor el hecho de que sea un inadaptado en el instituto y teniendo también una relación muy diferente a la que estábamos acostumbrados con la Tía May -cero quejas hacia Marisa Tomei, y deseando estoy ver qué más aportará al personaje en entregas venideras-. Potenciar esa frescura es uno de los mayores aciertos del trabajo de puesta en escena de Jon Watts.
Además, ‘Spider-Man: Homecoming’ está muy bien planteada para ir progresivamente a más, algo que incluso encuentra respaldo con las propias escenas de acción, donde cada vez parece haber más en juego. Incluso logra evitar el temido agotamiento por el exceso de fuegos artificiales en el enfrentamiento final, aquí muy bien resuelto. De nuevo, las propias particularidades del Buitre resultan clave para ello y yo no podría estar más satisfecho con el resultado.
La cuestión es que ‘Spiderman: Homecoming’ es una película que lo apuesta todo a la diversión, pasándose su metraje tan rápido que no solamente te quedas con ganas de ver la secuela ya mismo, sino que incluso volverías a verla de nuevo encantado acto seguido. Esa fue la sensación que me quedó a mí, por lo que el hecho de que sigue siendo una pieza dentro de algo mayor es algo que no me molesta, porque en realidad no hay nada que la película haga mal.
‘Spider-Man: Homecoming’ es increíble
Es cierto que quizá Watts podría haber mostrado un punto extra de personalidad -las dos entregas de ‘Guardianes de la Galaxia’ se beneficiaron precisamente de eso-, pero es que recuerdo lo que hace y es casi un milagro que todo encaje tan bien, saltando de lo desenfadado a lo dramático con gran habilidad y ejecutando de primera las escenas de acción, que el ritmo nunca decaiga y que incluso algunos detalles más superficiales -pienso por ejemplo en Flash o en varios personajes femeninos- no resulten molestos.
Además, Tom Holland está fantástico, mostrando buena química con todos y cada uno de sus compañeros de reparto y entendiendo a la perfección lo que el personaje requiere de él. Ya no es solamente que sus acciones lo muestren, pues incluso su lenguaje corporal refleja de maravilla los estados por los que pasa, permitiendo ver esa evolución que mencionaba antes. Él es tanto Peter Parker como Spider-Man, superando con holgura tanto a Garfield como a Tobey Maguire. Me resulta imposible pensar ahora en nadie más para dar vida al trepamuros.
Es que por más que lo piense, lo único que se me ocurre decir es que hubiera estado bien que este personaje o aquella situación se extendieran más porque a modo personal lo disfruté especialmente, pero también que cambiando cualquier cosa podrías romper el milagroso equilibrio conseguido por sus responsables. Así es como se hace un blockbuster pensado exclusivamente para que el público disfrute como nunca, pero si quieres algo más que eso, igual te centras más en tu cabeza en lo que podría haber sido en lugar de lo que es.
En definitiva, ‘Spider-Man: Homecoming’ es la película que estaban esperando todos aquellos que estaban esperando pasárselo en grande con este superhéroe. Holland está inmejorable, Keaton es un gran villano y la dinámica con el resto de personajes funciona de maravilla. Además, clava el tono deseado y saber manejar la necesidad de divertir al espectador con el hecho de que haya algo realmente en juego. Me he enamorado de ella y espero que a vosotros os pase lo mismo.
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La noticia Marvel lo ha bordado: 'Spider-Man: Homecoming' es la mejor película del trepamuros hasta ahora fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
Javier Fernandez
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