Los ejecutivos de los canales sueñan con tener fenómenos. Programas que transmitan al público la necesidad de verlos al momento porque están de moda y quieren ser los primeros en saber qué ocurre para poder comentarlo con sus allegados o las redes sociales. El imperativo de “¡no te lo puedes perder!”, que tantas veces hemos oído, es lo que mejor lo explica y ‘Breaking Bad’ se convirtió sin lugar a dudas en un evento. Poco a poco se convirtió en una cita ineludible y, ahora que ha sido la hora de la verdad, 10,3 millones de americanos vieron el episodio en su primer pase en el canal AMC. Ver para creer.
Ya sorprendió en agosto cuando el último tramo de la serie se estrenó con más de seis millones, que entonces era el doble que su antiguo récord y cuatro veces más que en el estreno de la serie en 2008. Fue una prueba de los nuevos tiempos. ¿Dónde se había escondido toda esa gente? ¿Tantos estadounidenses preferían vivir la serie en diferido? Sí y no. Por un lado, obviamente una parte significativa del público había optado por grabar los episodios y verlos en diferido. Pero también había una corriente que cada año se añadía, espectadores que se sumaban gracias al boca oreja y las buenas críticas, y que consumían la serie vía DVD o por internet, fuese de forma ilegal o en plataformas de contenidos como Netflix.
Esto explica que cada temporada haya tenido más audiencia que la anterior porque, a diferencia de las series de casos, ‘Breaking Bad’ es una ficción serializada, que hay que seguir desde un principio y con disciplina. La gente quería ver aquello de lo que tanto se hablaba, vivir la sensación del momento y el ruido mediático durante este último año, cuando se sabía que nos encontrábamos ante un inminente final, instigó que muchas personas se decidieran a subirse al carro. Las críticas proporcionaron exposición mediática, las fructíferas recomendaciones permitieron que creciera de forma exponencial (algo que, si lo pensamos, jamás ha ocurrido con ‘Mad Men’).
Anuncios de 400.000 dólares
Este fenómeno, además, tiene una lectura muy positiva: la calidad a veces también se premia con atención y buenos números. Acostumbrados a que se estrenen joyas de culto que pasan sin pena ni gloria, el talento de Vince Gilligan y la paciencia del canal AMC permitieron esta expansión. En estos últimos episodios ‘Breaking Bad’ ha sido más rentable de lo que jamás había sido y los anunciantes estarán contentos con las cifras de ayer: reunió a 6,7 millones en el target comercial de 18 a 49 años. Hay que tener en cuenta que los anuncios que se emitieron durante la series finale tenían un precio de entre 300.000 y 400.000 dólares (por el público potencial, por el target en concreto y por imagen de marca).
Y finalmente también demuestra que una buena planificación atrae a los espectadores. Transmite confianza al espectador, que es consciente que hay tiempo para preparar el desenlace definitivo y Vince Gilligan ya había dejado caer que creía en las conclusiones. Y, si encima de buenos números también hay una acogida positiva al resultado, Gilligan, ‘Breaking Bad’ y AMC ya pueden estar radiantes: hacen historia en más de un sentido.
Vía | TVbytheNumbers
En ¡Vaya Tele! | Seguimiento ‘Breaking Bad’
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La noticia 'Breaking Bad' se despide por la puerta grande con 10,3 millones de adictos fue publicada originalmente en Vayatele por Pere Solà Gimferrer.
Javier Fernandez
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