Hubo un tiempo en el que Bruce Willis lo fue absolutamente todo: salía tanto en las películas de ciencia-ficción más estilizadas ('El quinto elemento', 'Doce monos') como en las de acción más locas ('El último boy scout', 'La jungla de cristal') pasando por comedias y papeles alejados de su rango habitual ('Pulp fiction', 'La muerte os sienta tan bien'). Pero para contaros esta historia tenemos que volver a la época en la que películas como 'El justiciero' ni siquiera estaban en el radar de una incipiente estrella... de la comedia romántica y el blues: Bruno.
El rey del blues
Año 1987. Bruce Willis se ha convertido en una estrella de la noche a la mañana gracias a su papel en la serie 'Luz de luna', y acaba firmando su primer papel protagonista en un mockumentary musical de HBO titulado 'The return of Bruno', en el que interpretaba a una estrella del rock de los 60 cuyo nombre estuvo directamente sacado de la época en la que el actor se dedicaba a ser camarero. Phil Collins, Elton John, Jon Bon Jovi o Ringo Starr se unieron a la broma, aunque no tuvo mayor repercusión. Sin embargo, con el chiste sí que llegó algo que picó el gusanillo de Willis: un disco.
Puede que la influencia de 'The return of Bruno', el disco de blues, no haya llegado hasta nuestros días, pero a finales de los 80 llegó a tener cierto tirón en las listas de ventas e incluso llegó al cuarto puesto de los álbumes más vendidos en Reino Unido. A Bruce le gustó tanto lo de cantar que aún lanzaría un disco más dos años después, 'If it don't kill you, it just makes you stronger'. Pero de su carrera musical solo nos interesa, más allá de la curiosidad, el nombre: Bruno.
Saltemos en el tiempo a los 90, cuando se hacían (o se repetían) series de dibujos animados de, literalmente, todo: 'Robocop', 'La cosa del pantano', 'Cazafantasmas', 'Cadillacs y dinosaurios', 'New kids on the block' o 'El ataque de los tomates asesinos'. No es de extrañar que, en un mundo en el que Rosie O'Donnell, Michael Jordan, MC Hammer o Pamela Anderson tenían su propia serie para niños, Willis no quisiera un poquito del pastel. Así nació 'Bruno the kid'. Y, como ya sabemos, "Bruno" era otra manera de referirse al actor. Aquí empieza el viaje a la locura.
Spy kid
Partamos de una base: si no os suena, es porque a España solo llegó, como 'El niño Bruno', a la televisión por satélite. Al fin y al cabo, el mayor atractivo de la serie era escuchar la voz de Bruce Willis, Tim Curry o Mark Hamill, porque la trama era, como poco, decepcionante. Desede el 23 de septiembre de 1996 hasta el 26 de mayo de 1997, los niños fans de Nickelodeon pudieron ver 36 episodios de media hora cuyo legado ha sido nulo pero que escondían -ojo- bromas adultas bastante inteligentes. Luego llegaremos a eso.
En la serie, Bruno es un niño de once años que se convierte en un espía de élite para la organización GLOBE. Gracias a sus capacidades informáticas, Bruno es capaz de esconderse tras el avatar de un hombre adulto (el propio Bruce Willis, bueno, con un CGI de la época) y que así la empresa no sepa su verdadera edad. Así, vive misiones de vida o muerte mientras engaña a sus padres con excusas rocambolescas.
Por supuesto, Willis canta la canción inicial ("No time for kid games, no time for girls, help the good guys saving the world") y se convirtió en un vehículo para su lucimiento... que escondía algunos secretos para un público más adulto, como pullas a Sylvester Stallone ("es demasiado unidimensional") o, bastante sorprendentemente, al nazismo: "¿Cuál es el lema de los niños campistas de Baviera?", le pregunta un señor a un Bruno vestido de alemán. "Uh, uh, ¿solo estaba siguiendo órdenes?", contestaba. Luego que por qué no terminó de encontrar su público.
Adiós a la animación
'Bruno the kid' no era para niños ni para adultos: su dibujo era infantil pero su reparto de voces adulto, su trama era para chavales pero sus chistes no. Es normal que no terminara de encontrar su público: hay quien dice que era una serie adelantada a su tiempo, pero lo más probable es que fuera simplemente torpe. Bruno, un niño, tocaba la armónica e intentaba ligar mientras era un agente secreto y vivía una doble vida. Quizá era demasiado. Además, la temporada acabó con un cliffhanger al que, claro está, nadie jamás retomó.
Recordad que eran los 90, ese momento en el tiempo en el que Macaulay Culkin puso su voz en una serie ('Wish kid') en la que un niño se encuentra un guante de béisbol que, cuando es golpeado tres veces, concede un deseo (una vez a la semana) y John Candy creó una serie titulada, literalmente, 'Campamento Candy', con él como protagonista absoluto: que un famoso tuviera su propia serie de dibujos era lo suyo.
Bruce Willis ha marcado tanto la historia del cine que sus pequeños tropiezos han quedado en el olvido popular. Después de 'Bruno the kid' hizo 'Chacal', 'Mercury rising', 'Armageddon', 'El quinto elemento' o 'El sexto sentido'. Y aún le quedarían años para demostrar su valía en 'Glass' o el remake de 'El justiciero de la ciudad' (llamado, simplemente, 'El justiciero'). Inolvidable, único y con una vida apasionante repleta de recovecos.
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La noticia Aquella vez que Bruce Willis creó una serie de dibujos animados noventera usando su cara y el nombre de su alter ego cantante fue publicada originalmente en Espinof por Randy Meeks .
Javier Fernandez
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