El estreno de 'Fast & Furious 9' ha devuelto a los cines a una de las franquicias más populares de Hollywood durante los últimos años. Además, esta nueva entrega viene de la mano de Justin Lin, el director que dio nuevas energías a una saga que parecía condenada a perder gas a marchas forzadas y que había cedido la silla del director en las dos anteriores aventuras.
Eso sí, fue el propio Lin quien con 'Fast & Furious 6' plantó las semillas de aquello en lo que se ha acabado convirtiendo la franquicia: un delirante cruce entre 'Misión Imposible' y el cine de superhéroes. Y es que hace tiempo que la familia dejó atrás su condición humana para convertirse en seres prácticamente indestructibles y capaces de las piruetas más absurdas y complicadas que alguien puede imaginar.
Pequeñas diferencias
Lo curioso es que en 'Fast & Furious' se ha optado por un cambio de guionista. En lugar de Chris Morgan, que había firmado todos los libretos de la franquicia desde la tercera entrega, cede su lugar a Daniel Casey y el propio Lin. En términos de arrojo a la hora de atreverse a hacer cualquier cosa para entretener al espectador apenas se percibe el cambio, aunque en otros detalles sí se notan ciertos cambios.
El más llamativo es la utilización de los flashbacks para indagar en el pasado de Toretto, tanto por la forma de rodarlo por parte de Lin como la la búsqueda de un elemento dramático más fuerte, desconectado de los excesos habituales de la saga para intentar darle el mayor fondo posible a la rivalidad entre hermanos de los personajes interpretados por Vin Diesel y John Cena.
El espectáculo por encima de todo
Obviamente, ese ímpetu dramático pierde fuerza en el presente, donde el espectáculo ha de estar siempre en primera línea, sea para ver a Helen Mirren dándose a la fuga tras cometer un robo o para un delirante viaje especial, pero tampoco llega a desaparecer nunca del fondo. Tampoco habría película sin él, siendo justo reconocer que por ese lado, 'Fast & Furious 9' se acaba sintiendo más como una etapa intermedia que como una misión realmente completada por la familia protagonista.
¿Cómo impedir que eso se pueda volver en su contra? Llevando al extremo su tendencia a ir improvisando sobre la marcha para que la saga termine de dar el paso entre el todo vale y el cualquier cosa puede pasar. Hay hasta un momento en el que Roman (Tyrese Gibson) reflexiona sobre la posibilidad de poco menos que ser realmente un superhéroe por el hecho de seguir como si nada tras haber hecho tales disparates que deberían haber muerto todos al menos tres veces.
Esto es algo que se traslada tanto a la historia en sí misma -ese ansia de dominación mundial va incluso más allá del villano mas egomaníaco del universo James Bond- hasta las propias escenas de acción, donde las leyes de la física pierden peso en beneficio de cualquier locura que se le pueda ocurrir al guionista en ese momento como la forma que tiene Toretto de pasar el "puente" durante los primeros minutos de película.
Con lo demencial por bandera
Eso es algo que se mantendrá de forma constante a lo largo del metraje, logrando por el camino un tratamiento de los personajes más equilibrado a los de la anterior entrega, donde Diesel tenía una presencia excesiva y acaba desgastando el interés de la película. Aquí sigue siendo la estrella, pero hay más espacio para el resto, siendo además la entrega donde mejor tratamiento reciben los personajes femeninos, algo en lo que ya se había ido mejorando con el paso de las películas.
Tampoco me olvido de que el humor está bien integrado, dándole ciertos matices de autoconsciencia que le sientan de fábula. Eso sí, justo es destacar que por ese lado es Nathalie Emmanuel la que más brilla cuando le llega el momento de conducir, sin ser esa para nada su especialidad.
Por lo demás, todos los protagonistas de largo recorrido saben de sobra lo que la película requiere de ellos sin caer en el error de dejarse llevar, mientras que Cena funciona principalmente bien por oposición a Diesel, mientras que todo lo relacionado con el regreso de Sung Kang encaja más por la promesa de lo que podría acabar dando de sí que por lo que vemos en 'Fast & Furious 9'.
Como un tiro
Dicho todo esto, lo realmente importa en el caso que nos ocupa es que sí, el guion echa mano de varios lugares comunes para construir a los enemigos y de soluciones para esquivar los peligros propias de las sugerencias de un borracho al borde del coma etílico, pero es que va en todo momento como un tiro sin que se caiga por ningún lado. Más así.
-
La noticia Por qué 'Fast & Furious 9' es un alucinante disparate que acierta llevando la falta de vergüenza al extremo fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
Javier Fernandez
https://ift.tt/1c1igf4
https://twitter.com/fernandezpanch
https://ift.tt/2UW8cr9
No hay comentarios:
Publicar un comentario