No voy a negar que tenía muchas ganas de un espectáculo en la gran pantalla, y es que era ya mucho tiempo sin ver una película de estas características. Además, sentía mucha curiosidad hacia 'Godzilla vs. Kong', ya que la mera idea de ver a estos gigantes de la historia del cine dándose de leches da ganas de dejarse llevar y disfrutar.
El problema era que cada nueva película del Monsterverse me había gustado menos que la anterior. 'Godzilla' es mejor que 'Kong: La Isla Calavera', que a su vez superaba con holgura a 'Godzilla: Rey de los Monstruos', y mucho me temo que esa tendencia se mantiene con 'Godzilla vs. Kong', un monstruoso crossover que da lo mejor de sí cuando sus dos protagonistas se enfrentan, cosa que sucede demasiado poco a menudo.
Demasiadas pegas
Siendo justos, ninguna película del Monsterverse ha tenido grandes personajes, pero al menos Bryan Cranston destacaba en 'Godzilla' -y además la película optaba por una apuesta más general en el tratamiento de los humanos que encajaba con lo que proponía a nivel global-, mientras que John C. Reilly lo hacía en 'Kong: La Isla Calavera'. Fue en 'Godzilla: Rey de los Monstruos' donde era difícil encontrar alguno que te importase lo más mínimo, algo que se repite aquí. Algunos dirán que aquí han venido a ver una oda a la destrucción -¡y yo también!-, pero es que los seres humanos tienen mucha presencia en 'Godzilla vs Kong' y ni una sola vez brillan.
Además, no es por una falta de variedad, pues una de las principales diferencias entre esta cinta dirigida por Adam Wingard con la que firmó Michael Dougherty es que aquí hay más líneas argumentales, quizá con la esperanza de que alguna funcione por el efecto variedad. Y no es porque se repitan entre sí, pues el tono cambia de forma notable entre ambas y ahí hay que reconocerle a Wingard que sabe dar cierta unidad al relato para que no haya grandes altibajos.
El problema es que simplemente no hay altos por ese lado, tan pronto te pueden estar intentando vender algo más cómico como una aventura que todo cae en saco roto. Ni siquiera el intento de expandir este monstruoso universo consigue tener el suficiente interés para sacar al espectador del letargo en el que entra siempre que King Kong y Godzilla están en segundo plano o ausentes.
Y es una pena, porque la primera escena de la película, con el simio gigante casi ejerciendo como un Homer Simpson de la selva, es sin duda la más simpática de toda la función y te hace pensar que de aquí puede salir algo grande, y no me refiero al tamaño de estas dos criaturas. Simplemente hacer algo un poco atrevido en lugar de caer en la monotonía más vulgar de la que salimos de forma ocasional en los enfrentamientos entre monstruos.
Ahí lo que pesa como una losa es algo que una película como 'Godzilla vs Kong' nunca puede permitirse: rozar el aburrimiento a menudo, en ocasiones incluso coqueteando con el ridículo -todo lo que tiene que ver con un niña y su relación con Kong seguro que buscaba rozar lo poético pero a la hora de la verdad resulta tan absurdo que los mayores disparates vistos en 'Congo' pero con un tono mucho más eminente-.
Cumple visualmente
En la parte visual, que es donde la presencia de Wingard tras las cámaras se deja ver de forma tímida de vez en cuando, sí que hay un cambio respecto a lo visto en 'Godzilla: Rey de los Monstruos', pero no de la forma que me hubiese gustado. En la cinta de Dougherty realmente parecía que a lo único a lo que le habían puestos ganas eran a los efectos en los que se derrochaban efectos visuales, permitiéndose volar libre, mientras que 'Godzilla vs. Kong' opta por una aproximación más sobria.
Soy consciente de que puede sonar ridículo usar esa palabra en una cinta de estas características, pero en la anterior entrega del Monsterverse realmente notaba cierta imaginación en estos momentos por hacer algo diferente. A algunos no les gustó nada, pero para mí fue lo que realmente salvaba la película, mientras que aquí es cierto que se agradece la claridad que hay siempre en esos momentos, pero más allá del concepto de lo que sucede en los combates, no encuentro algo que me fascine. En la anterior había un acabado visual mucho más irregular, pero a cambio me impresionaba más.
Por ello, 'Godzilla vs. Kong' no deja de ser una evolución natural de lo que ya hizo 'King Kong contra Godzilla' cuando estos dos titanes chocaban. Obviamente hay muchos más medios para reflejarlo en pantalla y hay momentos puntuales con mucha fuerza, pero echo en falta algún tipo de chispa que me haga, y perdón por la palabra utilizada a falta de venirme a la mente otra mejor, flipar con lo que tengo delante de mí. Es espectacular y está claro que hay que verlo en pantalla grande, pero conmigo ni siquiera consiguieron que realmente me posicionara y animara a una de las dos criaturas. Me era igual.
En resumidas cuentas
He leído ya a varias personas señalando que es 'Godzilla vs. Kong' es la mejor película del Monsterverse de Warner y estaba deseando poder decir algo así antes de verla. Por desgracia, para mí confirma el interés descendente de estas propuestas, lo cual no quita que entienda a aquellos que disfruten con ella, pero conmigo no ha cumplido su objetivo.
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La noticia 'Godzilla vs. Kong': un gigantesco crossover que funciona cuando estalla la acción pero confirma que el MonsterVerse ha ido de más a menos fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
Javier Fernandez
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