Las buenas películas tienen la capacidad de animarte cuando estás pasando un mal momento o de hundirte en la miseria. Pueden conseguir que te diviertas como pocas veces en tu vida o emocionarte hasta tal punto que no puedes contener las lágrimas. También es cierto que todavía no hay ninguna que haya logrado una unanimidad total, porque cada espectador es diferente y las sensaciones que transmiten no van a ser las mismas para todos.
Por ello no puedo ni mucho menos esperar que ‘Yesterday’, la nueva película de Danny Boyle escrita por Richard Curtis, vaya a generar la misma respuesta en todo el público. A fin de cuentas, es una propuesta en la que no hay espacio alguno para el cinismo y que tiene además una premisa tan potente que no pocos considerarán que podía haber dado mucho más de sí. Pero en su raíz no deja de ser una sencilla comedia romántica y como tal resulta una delicia que te alegra un poco el corazón.
No aprovecha todas sus posibilidades
‘Yesterday’ es una película muy marcada por el guion de Curtis, un autor detrás de pequeñas joyas de la comedia romántica como ‘Love Actually’ o ‘Una cuestión de tiempo’ que aquí vuelve a dejar su sello en la forma de abordar la trama romántica en la que no se incide con más fuerza hasta su última media hora. Antes, ‘Yesterday’ había potenciado el ascenso al éxito de su protagonista cuando tras un misterioso accidente despierta siendo el único recordando las canciones de Los Beatles.
Para aquellos que piensen en lo conveniente que resulta ese detalle merece la pena aclarar que Curtis introduce otras curiosas ausencias con una efectividad cómica incuestionable, pero el centro de atención es el ascenso a la fama del músico interpretado con mucha soltura por Himesh Patel. Ahí la película contaba con un recurso tan poderoso como todo lo relacionado con los saltos temporales de ‘Una cuestión de tiempo’, pero ‘Yesterday’ opta por una camino más convencional.
De hecho, Curtis parece más interesado en ver cómo afecta eso a las emociones del protagonista y la relación que mantiene con Ellie -encantadora Lily James-, por lo que todo lo relacionado con dilemas morales y una posible visión aguda de la industria musical tiene un recorrido limitado. No es algo para nada molesto una vez entiendes cuál es la visión de la película y además es ahí cuando más se percibe el trabajo de puesta en escena de Boyle, quizá no el director más adecuado para una cinta así pero que cumple con soltura potenciando lo que debe en cada momento.
Una vez aclarada la pega que puede ser insalvable para algunos, toca centrarnos en sus virtudes. La primera y esencial es que Curtis sabe muy bien cómo crear personajes que conecten con las inquietudes de los amantes de las comedias románticas sin caer en excesos innecesarios. Todo se aborda desde una intachable sencillez para crear una sensación de cotidianidad que no podemos tachar de realista, pero sí con la suficiente naturalidad para que te lo creas fácilmente por lo bien que te caen.
Te conquista progresivamente
Lo que se busca a partir de ahí es potenciar el encanto tanto de los personajes como de las situaciones a las que se enfrentan. Un buen ejemplo de ello lo tenemos con la primera aparición de Ed Sheeran en casa del protagonista. Cuesta señalar un detalle concreto que ayude a entender que todo resulte tan simpático y tampoco se juega al factor acumulación, simplemente es una escena bien escrita que sabe aprovecharse de contar con el famoso músico británico.
Además, ‘Yesterday’ no comete el error de confiar en lo divertidas que puedan ser determinadas secuencias, ya que todo va sumando paulatinamente para trasladar esa calidez emocional que te predispone a sentir la ansiada empatía hacia la historia de su protagonista. Es entonces cuando el conflicto moral se diluye -incluso la resolución de las semillas de problemas que había ido plantando opta por una solución muy blandita- en beneficio de lo emocional.
Dicho de otra forma, ‘Yesterday’ empieza apostando por ganarse la simpatía del espectador para luego ir poco a poco hacia su fibra sensible. Manipulación emocional sin duda, pero hecha con mimo y talento apoyándose para ello en un reparto implicado, en especial sus dos protagonistas.
Sí que quizá se echa en falta un apoyo extra como la maravillosa presencia de Bill Nighy en ‘Una cuestión de tiempo’ o incluso que el alivio cómico que trae a la mente el inolvidable papel de Rhys Ifans en ‘Notting Hill’, también escrita por Curtis, tenga un mayor empuje, pero es que ‘Yesterday’ quiere conseguir un equilibrio casi imposible en su ligereza y por eso hay cierta tendencia a igualarlo todo.
Es ahí donde quizá hubiese venido bien tener al propio Curtis tras las cámaras, el más adecuado para exprimir a fondo sus guiones. En esta ocasión se vuelve a conseguir alegrarte un poco el corazón y hacerte salir con una sonrisa de la sala, pero no por ello hay que obviar que hay aspectos que podrían haberse desarrollado mejor. De hecho, no me sorprendería que su libreto haya sufrido algún ajuste en términos de estructura, ya que en su etapa intermedia es cuando resulta más obvia.
Pese a sus pegas, ‘Yesterday’ es una seductora celebración de la genialidad de Los Beatles -la magia de sus canciones ayuda a potenciar el ya de por sí notable encanto de la película- y una comedia romántica mucho mejor que la mayoría de las que vemos últimamente. Se nota mucho quién firma el guion, tanto es así que hasta cierto punto podría decirse que eclipsa el trabajo tras las cámaras de Boyle.
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La noticia 'Yesterday': una deliciosa comedia romántica apoyada en la magia de los Beatles fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
Javier Fernandez
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