'Fariña' se ha convertido por méritos propios en una de las grandes sensaciones de la televisión española. El secuestro legal del libro original de Nacho Carretero sirvió para que más ojos se centrasen en ella, pero luego ha sido su gran calidad lo que la ha convertido en una cita imprescindible para los amantes de las buenas series.
Faltan apenas tres episodios para que la primera temporada de 'Fariña' llegue a su fin y Antena 3 ha redoblado sus esfuerzos promocionales. Eso nos ha permitido entrevistar en exclusiva a Carlos Blanco y Antonio Durán "Morris", los actores que en la serie de Atresmedia se meten en la piel de Laureano Oubiña y Manuel Charlín. A continuación os reproducimos la charla que tuvimos con ellos:
- ¿Cómo llegáis a la serie?
Carlos Blanco: Pues me entero de que se va a hacer y le envío un Messenger a Carlos Sedes, te lo juro, porque yo había currado con él cuando empezó en Galicia en una serie sobre veterinarios. Le envié un Messenger, todavía lo tengo, en el que le decía que “Si necesitas un Oubiña con acento de la ría, yo ya lo tengo de serie”. Me llamó inmediatamente y me dijo que claro que contaba conmigo, pero tenía que pasar un casting como todos los demás.
Me enviaron para dos personajes, pero yo tenía muy claro que a mí el que me pegaba era Oubiña. El otro era Baulo, que luego se llamó Bustelo, pero el nombre original era Baulo. Pero yo creo que a mí me va más Oubiña, que es explosivo, tengo una cierta comicidad que también tiene él. Me parecía que era el que me pegaba y me lo dieron. Yo dije de broma en casa que me tocó el gordo y literalmente algo de eso había.
Antonio Durán: Yo me enteré del proyecto de Bambú en Galicia cuando dijeron que llevaban el proyecto a televisión. A mí Ramón Campos me conoce y también Sedes, con el que había trabajado en series en Galicia. En Navidad de hace un año me llamaron, pasé un casting para tres personajes: Falconetti, Charlín y otro más. Yo sabía que el que me podía ir era Charlín, me lo imaginaba físicamente. Fui a por ellos y cayó Charlín.
- A la hora de interpretarlos, ¿cuál fue el mayor reto para clavar a los personajes?
Carlos Blanco: Hombre, tuve que engordar ocho kilos… y luego quizá lo que más me decía el director era “rebájale comicidad”. Yo tengo una tendencia natural a la comedia, me sale de una forma muy natural. De hecho ahora estoy representando una comedia en Galicia que parte de ‘Fariña’, se llama ‘Somos Criminais’ y la hago con Xosé A. Touriñán, que hace del hijo de Charlín. Hemos vendido 25.000 entradas anticipadas, que se dice pronto. El director me insistía en bajarle comicidad y meterle mala leche. Eso fue lo que más me costó.
Antonio Durán: Yo conocía la historia. Me empapé mucho de fotos, yo tenía 20 años cuando sucedió la Operación Nécora, recordaba los titulares. Busqué muchas fotos, me sirvió de mucho una del juicio donde tiene una cara triste, con una mirada muy especial. Hablando con las responsables de peluquería y maquillaje, yo siempre intuí lo de la calva y buscamos una montura de gafas muy parecida a la que él tenía.
Luego hay un rictus que él siempre tiene en la boca y esa mirada de párpado caído que parece que no mata una mosca. Esa fue la forma de acercarme a él, robarle un poquito el alma a esas fotos.
- Llama la atención que de los Narcos, Oubiña es el que transmite más cercanía cuando está relajado. No sé si pega calificarlo como campechano, ¿es algo buscado?
Carlos Blanco: Sí, pero es que Oubiña es así, creo. Por lo menos yo cuando lo observé, cuando me estudié los vídeos y cuando me reuní con él me pareció que tiene eso. Es absolutamente incontrolable, se ve en el juicio y en la serie su mujer le dice todo el rato “Ten cabeza”, porque a él le pierde su pronto, que es brutal.
Pero es un tipo con el que empatizas sin mucha dificultad porque es divertido, aunque haya otro fondo más siniestro. En el contacto como estamos ahora, Oubiña te cuenta chistes, te ríes, es un tipo ameno y creo que eso también lo tengo yo. Por ahí ya lo tenía.
- ¿Y cómo surgió el encuentro con Oubiña?
Carlos Blanco: Me la pidió él, yo no lo tenía pensado. Tenía material a punta pala, pero él me la pide a través de una tercera persona y yo acepto. Habíamos empezado ya a rodar, ya tenía el personaje enfocado. Yo dije bien, vale, hagámoslo, hablemos, mirémonos a los ojos y digámonos las cosas. Fueron tres horas de conversación, le pregunté de todo, él a mí muchas cosas y ahí quedó el asunto. No hemos vuelto a hablar y no sé si le habrá gustado. Él ha puesto sus demandas y sus cosas.
- ¿Y qué opinas que de todo lo que aparece en ‘Fariña’ justo lo que haya molestado a Oubiña sean las escenas de sexo?
Carlos Blanco: Es muy Oubiña eso. Él adoraba a Esther Lago, creo que eso queda claro en la serie, que muere por ella, que lo que le pida lo hará. Creo que lo que le molestó fue verla en esa actitud impudorosa. En cualquier caso, eso es ficción, algo que los guionistas crean, pero tiene toda la lógica, porque esa relación bajo mi punto de vista era muy sexual. Yo se lo pregunté a él y creo que es necesario que se vea para entender cómo ese hombre está entregado a esa mujer.
Solo se entiende esa relación si se entiende que es muy sexual, muy volcánica. Te llama la atención que no le importe que salgan otras cosas y le importe a eso, pero a cada uno le importa lo que le importa.
- Antonio, ¿tú en algún momento barajaste un encuentro con Charlín?
Antonio Durán: No, nunca, porque yo soy de los que piensa que lo primero es ceñirte a un guion que te dan, después buscar toda esa información que circula y luego sí hablé con gente que le conoce. De ahí tú creas tu croquis. No soy partidario de conocer a la gente que interpretas que está viva porque de poco te va a valer. Hacer un trabajo de imitación sería sacarle creatividad al personaje porque es ficción y yo lo creo.
Puede coincidir que sea idéntico o no, pero prefiero fijarme en gestos. Estos personajes fueron personajes que se hicieron a sí mismos, no iba a conocer al auténtico de los años 80, sino al que se hizo después.
- Hace poco entrevistaron a Manuel Charlín y él se quejaba de no haber pegado nunca a sus hijos, ¿en qué os basasteis para ese detalle que marca tanto su retrato en la serie?
Antonio Durán: Yo por lo que sé de él era un tipo muy autoritario, misógino, duro con las trabajadoras… A lo mejor no pegó a los hijos, pero casi le dijo que matasen a alguien que metieron en un frigorífico. Además yo también viví los 80 y esas leches y collejas eran las habituales de la época. Muy especial tenía que ser ese señor para que justo eso no sucediera.
- Carlos, a lo largo de tu carrera has trabajado en varios títulos relacionados con el narcotráfico como la película ‘Heroína’ o la Tv Movie ‘Códice’, interpretando personajes de todo tipo, ¿con cuál de ellos disfrutaste más como actor?
Carlos Blanco: Disfrutar más con Oubiña porque aunque el marido de Carmen Avendaño era un personaje muy interesante, entre otras cosas porque presentaba un modelo de hombre no muy habitual. Un hombre que está en segundo plano y lo acepta. Es su mujer la que va adelante y él se encarga de la retaguardia, lo contrario de lo habitual. Y era un privilegio trabajar con Adriana Ozores, una actriz que adoro y que te lo pone todo facilísimo.
Pero claro, Oubiña tiene más aristas, es más poliédrico. Al final un buen malo es más divertido de interpretar que un bueno, y el marido de Carmen es una buena persona absoluta. Un señor maravilloso, un padre de familia ejemplar, pero con muchas menos aristas que Oubiña.
- ¿Qué recuerdos tenéis de la época?
Carlos Blanco: Pues fíjate, a mí me murió un hermano por la heroína. Lo recuerdo perfectamente en mi pueblo, lo que suponía. Recuerdo siendo chaval, ya casi adolescente, a guardias civiles y contrabandistas jugando juntos a las cartas en un bar de mi pueblo. Allí el contrabando estaba en todas partes, veías los Ferraris por la calle, era parte el paisaje de la ría.
La gente a veces dice que podíamos tocar otros temas y sí, pero también tenemos que hablar de lo que sucedió y las consecuencias de todo eso. Esta misma semana recibía un mensaje de una profesora de Cambados que me decía que los niños juegan en el recreo a ser narcotraficantes y yo le decía que antes a qué jugaban y me dijo que a policías y ladrones. Tampoco ha cambiado mucho.
Antonio Durán: A mí me pilló en plena movida viguesa. Fue la época de las locuras. Yo tenía muchos amigos en Villagarcía, viajaba mucho allí. Recuerdo todo aquello, pero en el momento no sabíamos la dimensión que aquello tenía. Luego leyendo el relato entero te das cuenta.
- ¿Por qué creéis que resulta más atractivo interpretar personajes así?
Antonio Durán: Interpretar a alguien que lo tienes en la mente, que lo viviste, es muy atractivo, pero es un arma de doble filo, porque la gente que lo ve también sabe lo que pasó. Tú tienes que crear un personaje pero con unos referentes reales que están ahí al lado. Lo humanizas en cierta forma y luego es curioso ver la respuesta en la calle, porque es con respecto a tu trabajo y también sobre el reflejo de lo que fue esa persona. De todas formas yo intento alejarme un poco del relato personal suyo y engancharme a la ficción.
Carlos Blanco: A veces nos dicen que hacemos héroes de esto, pero no es verdad. No creo que nadie quede como un héroe. Intentamos contar la historia. ¿Por qué nos atraen más los personajes malos? Yo no lo sé, pero el caso es que es así, nos atraen los personajes con lado oscuro, nos atrae a los espectadores. Los buenos nos atraen menos.
- ¿Por qué creéis que ha tardado tanto en hacerse una serie así a nivel nacional?
Carlos Blanco: Quizá porque a nadie se le había ocurrido y puede que por estos éxitos mundiales de otras series de narcotraficantes alguien se acordó de que aquí los ha habido. No andaban con metralletas y jugaban al dominó, pero todo aquel dinero fluyó. Se pagaron campañas políticas, se compraron equipos de fútbol… Había ahí mucho material, que en ‘Fariña’ solo contamos una parte de lo que sucedió. Las anécdotas son infinitas y el público no se lo creería si les contásemos todo.
Antonio Durán: En el ámbito nacional era más complicado que se pudiera sacar una serie así con actores de allí, intentando dar toda esta credibilidad. Yo lo llamo la primera gran corrupción que hubo, la Operación Nécora, se vivió en muchos sitios de formas distintas. Yo creo que mostramos algo real, que muestra Nacho Carretero en su libro, y por otra abrimos hacia las posibilidades del audiovisual periférico.
Galicia podía ser comparable con la época de los narcos en el sentido de que cuando se prohibió el tabaco, ellos tenían toda la infraestructura. De ahí que se dieran los contactos con los colombianos. De ahí que todo estuviera disponible aunque no se hayan hecho muchas series a nivel nacional. Te encuentras con un panorama que es cojonudo, con savia nueva, caras nuevas...
- Hay un detalle en la serie que llama la atención, y es el momento en el que deciden desvincularse de Terito, ya que Oubiña y Charlín nacen en épocas diferentes y tienen un enfoque de la vida distinto, ¿cómo llevasteis ese aspecto desde el punto de vista interpretativo?
Antonio Durán: Claro, era de su edad, con poca capacidad cultural. Oubiña es un tío echado hacia delante, Sito un tipo joven… yo creo que los hijos influyeron, porque aquellas primeras bajadas de ellos… Lo que pasa es que Charlín era muy conservador y en el momento que se separa es porque todos se separan. Él no toma una gran decisión.
Carlos Blanco: En Oubiña hay como tres partes a lo largo de la serie. Al principio vemos un Oubiña encabronado con el mundo, cuando se enamora de Esther se le ve entregado, más blandito y ahora hay una tercera parte con él en la cárcel que vuelve a aparecer el tipo duro, a veces cruel. Va transformándose físicamente y se le verá incluso llorar amargamente en la cárcel, donde pasó 23 años.
- Eduardo, ¿nos podrías decir el origen de tu mote ‘Morris’?
Eduardo Durán: Eso viene del colegio. Yo me llamo Antonio Durán Moreiras y ya de pequeño por el apellido me decían Morgan, Morris.. y ahí quedó.
- Con Fariña os ha llegado la fama a nivel nacional, ¿cómo la estáis llevando?
Antonio Durán: Pues bien. Digamos que pasé por momentos, también recuerdo un momento muy dulce con ‘Princesas’, pero era cine y esto coge una dimensión diferente. Viviendo el día a día, siguiendo mi vida normal.
Carlos Blanco: Pues me ha llegado incluso un casting internacional. Todavía no se puede decir qué es, espero que salga. En general bien, pero yo vivo en un lugar donde esto es un fenómeno social, con los coches parando en mitad de la carretera para decirte que la serie es buenísima. Para que hagas una idea, yo vivo en una isla donde viven los hijos de Charlín. La gente te comenta la jugada cada día.
Cuando ‘Fariña’ dé el salto internacional, que creo que lo hará, ojalá tengamos la misma repercusión que ‘La casa de papel’. Yo tengo mucha curiosidad por ver qué pasa con la serie cuando salte al mercado internacional. Calculo que cuando termine en Antena 3 debería pasar a una plataforma mundial, pero ya veremos lo que sucede.
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La noticia "El público no se lo creería si les contásemos todo": Carlos Blanco y Antonio Durán, actores de 'Fariña' fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
Javier Fernandez
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