Ernesto García - http://ift.tt/1jhUYtT
Hace meses que no nos vemos. Llega puntual, cerca de las doce y trae, como casi siempre, un par de bolsas plásticas. Sé lo que contienen. Aparto una que pongo a buen recaudo del calor dentro de la nevera. La otra, sobre la mesa, apenas cubre dos visibles botellas de vino. Su saludo es grande y cordial; mi perro ladra asustado. Lo calmo con un amable regaño.
Tengo el sacacorchos en la mano y busco en la bolsa cual será el primer vino. Mientras lo descorcho me cuenta que es de Rías Baixas, vino blanco con uva albariño. Brindamos por la salud, por la amistad y por dinero. El vino es bueno; seco.
Carlos Acosta-Milián llegó de España hace cinco años, luego de una larga lista de obras teatrales, programas de televisión y una decena de películas. Somos amigos desde aquellos lejanos días donde el período especial en Cuba intentaba matarnos de hambre.
Servimos la segunda copa y aprovecho para saber su opinión sobre el teatro de Miami.
—Luego de cinco años viviendo en la ciudad y seis obras estrenadas aquí. ¿Cómo lo ves? – pregunto mientras le sirvo del vino gallego.
Francisco Javier Fernandez
http://ift.tt/16Lg0I6
http://ift.tt/1c1igf4
http://ift.tt/2exoPoe
No hay comentarios:
Publicar un comentario