Antes de que Soderbergh diera la campanada con la franquicia 'Ocean's Eleven' o su 'Contagio' se convirtiera en la película más vista en el año del confinamiento, Steven Soderbergh estrenó 'Sexo, mentiras y cintas de video', su deslumbrante debut en el séptimo arte y también su historia más intimista hasta la fecha. La podéis ver en Filmin.
Desnudando el alma
John y Ann son la típica pareja casada que, pese a tener una vida acomodada, no se puede decir que sean felices juntos: él tiene una aventura tras otra (la última con Cynthia, la hermana de Ann) y ella es un ama de casa acostumbrada a callarse todo lo que piensa. Las cosas cambiarán con la llegada de Graham, el enigmático amigo de John que también tiene unos cuantos secretos que esconder.
A pesar de que el sexo está muy presente en 'Sexo, mentiras y cintas de video', la ópera prima de Steven Soderbergh da mayor peso a la desnudez emocional de sus personajes. De hecho, hay contadas escenas de sexo (y muy poco explícitas), funcionando a modo de catalizador de las obsesiones de los personajes y presentándonos de forma simbólica las características de cada uno.
El argumento nos presenta dos caras de la misma moneda: la sexualidad libre y desenfrenada frente a la sexualidad reprimida y casi inexistente. La primera situación nos caracteriza a John y Cynthia, dos personajes que viven la vida según sus propias normas, aunque al final solo piensan en su propio disfrute y no se paran a pensar en si pueden herir a los demás.
Mientras que Ann y Graham están en la segunda, representando esa "muerte en vida" en la que que se ha convertido su existencia, debido a experiencias del pasado o por no ser capaz de decir lo que realmente piensan.
La luz al final del túnel
La cinta define muy bien a sus cuatro protagonistas y nos sumerge en un viaje emocional de autodescubrimiento, en el que cada uno irá dándose cuenta de sus carencias y de si quiere o no hacer algo al respecto.
Soderbergh hace gala de una gran sutilidad no solo desde el guión (que lleva su firma) sino también desde la puesta en escena. A través de los movimientos de cámara, los encuadres o el vestuario va dando pinceladas del estado de ánimo de cada uno y de los pequeños cambios que van experimentando en su manera de ser.
Parte del mérito de esa gran caracterización viene dado por su elenco de actores: con un jovencísimo James Spader (antes de sacar su lado más oscuro en 'Crash'), Andie MacDowell (marcando el inicio de una prolífica década en su carrera, con éxitos como 'Atrapado en el tiempo' o 'Cuatro bodas y un funeral'), Peter Gallagher ('American Beauty') y Laura San Giacomo ('Pretty Woman').
Si bien el principio puede dar la impresión de que estamos ante una historia cínica y algo morbosa, también hay espacio para el optimismo. La cinta nos habla del peso de la soledad que nos autoimponemos y de cómo, de la misma manera, existe la posibilidad de elegir salir de ella abriéndonos a los demás.
'Sexo, mentiras y cintas de video' es la fantástica ópera prima con la que Steven Soderbergh entró por la puerta grande en el cine. Una obra sutil y profundamente intimista que utiliza el sexo como excusa para hablarnos de la soledad y presentarnos el viaje interior de sus protagonistas.
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La noticia La fantástica ópera prima de Steven Soderbergh es también su película más intimista y la puedes ver en streaming fue publicada originalmente en Espinof por Carla Monfort .
Javier Fernandez
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