Netflix dio un golpe encima de la mesa al anunciar una secuela de 'Vikingos' antes incluso de que la popular serie creada por Michael Hirst llegase a su fin. Situada 100 años después de las aventuras de Ragnar, Lagertha y compañía, 'Vikingos: Valhalla' llega al fin este viernes 25 de febrero a la plataforma.
Lo primero que hay que saber sobre 'Vikingos: Valhalla' es que detrás de ella está Jeb Stuart y no Hirst, lo cual da pie a un enfoque diferente, mucho más vibrantes, y con una presencia mayor de las escenas de acción. A fin de cuentas, Stuart es conocido por haber sido uno de los guionistas de dos películas tan emblemáticas como 'Jungla de cristal' y 'El fugitivo', por lo que tiene lógica que se haya optado por algo así.
La furia vikinga
Los habrá que hubiesen preferido un continuismo más marcado respecto a 'Vikingos', pero creo que es todo un acierto haber optado por algo así para que 'Vikingos: Valhalla' tenga la suficiente personalidad propia como para que cualquier espectador neófito en este universo puede zambullirse de lleno en la serie sin miedo a la posibilidad de no terminar de entender algo.
Conste que guiños y referencias a 'Vikingos' hay varias en lo que llevo visto -por ahora sus cuatro primeros episodios, pero bien poco tardaré en zamparme el resto-, pensadas más para remarcar el peso sobre las espaldas de algunos personajes que por cualquier otra cosa. La cuestión es que esos personajes han pasado ya a convertirse en leyendas y ahora hay que lidiar con los nuevos tiempos.
Para remarcar la sensación de urgencia desde el primer episodio, 'Vikingos: Valhalla' toma como punto de partida la Masacre del Día de San Bricio, un evento determinante para que la comunidad vikinga dejase atrás las grandes diferencias entre ellos para hacer frente a un enemigo común. Esas ganas de venganza se respiran en el ambiente durante la parte de la serie algo más centrada en presentar a los protagonistas, conocer sus motivaciones y situar cuál va a ser el papel que jueguen aquí.
Eso no quita para que ya desde el primer episodio haya arrebatos de violencia con los que la serie de Netflix deja claro que estamos ante una obra salvaje, pero al contrario que en la reciente 'La matanza de Texas', aquí eso no parece su único fin, sino que está bien integrado dentro de la historia, funcionando como una prolongación de la fiereza de sus protagonistas.
Vibrante
No es que eso faltase en 'Vikingos', pero ahí su ritmo era más reposado -al menos en lo que vi de la serie, pues llegó un punto en el que acabé dejándola de lado-, mientras que aquí todo es mucho más vivo. Por suerte, eso no supone que acaba resultando superficial en lo argumental, ya que Stuart demuestra tener las ideas muy claras, optando por un estilo más directo y virulento en lugar del tono algo más solemne de Hirst.
Además, la serie cuenta con un solvente trabajo de puesta en escena. El danés Niels Arden Oplev ya sentó en su momento la base visual de 'Mr. Robot' rodando su episodio piloto y aquí logra dar en el primer episodio con esa energía visual necesaria que la serie luego sabe llevar al límite cuando la acción gana presencia y también cuando aumenta en términos de escala, alcanzando su punto álgido por ahora en el intenso cuarto episodio.
'Vikingos: Valhalla' también tiene tiempo para prestar atención a los diferentes juegos de poder que motivan a algunos de sus personajes, pero no esperéis ver aquí unas intrigas con la misma profundidad de 'Juego de Tronos'. Eso aquí es un detalle más, un buen complemento para conocer mejor a algunos personajes.
Esto último me lleva al último aspecto que podría haber desequilibrado la serie: sus protagonistas. Por ahora no puedo decir que ninguno de sus personajes sea memorable o tenga suficiente gancho para querer ver la serie solamente por ellos, pero sí que hay varios que despiertan como mínimo curiosidad y te quedas con ganas de saber más sobre ellos.
No me olvido tampoco del buen hacer de su reparto, todos ellos muy convincente en sus papeles. Quizá ha faltado por ahora algún momento para que algunos de ellos demuestre ese carisma arrollador que por ejemplo sí tenían algunos de los protagonistas de 'Vikingos', pero los cimientos son sólidos y será cuestión de tiempo que llegue alguna explosión por ese lado. A priori el que parece más encaminado a ello es Sam Corlett como Leif, un personaje marcado hasta ahora por su valentía pero también por la inteligencia.
En resumidas cuentas
Si estuviera hablando con amigos, lo más probable es que diría que 'Vikingos: Valhalla' está de puta madre. Te engancha rápidamente, tiene ya un puñado de escenas para el recuerdo y sabe cómo equilibrar su lado más frenético con la necesidad de contar una historia con suficiente interés. La verdad es que no terminaba de estar del todo convencido de querer verla y ahora estoy deseando poder seguir con los episodios restantes.
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La noticia 'Vikingos: Valhalla' es arrolladora y adictiva: la secuela de Netflix potencia la acción de la mano del coguionista de 'Jungla de Cristal' y 'El fugitivo' fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
Javier Fernandez
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