Hace una década Alicia Borrachero estaba en una fiesta. Entre conversación y conversación surgió la oportunidad de protagonizar una serie. Nada raro. Lo extraño es que esta serie iba a ser para plataforma. Para la televisión de pago. 'Crematorio' se estrenó en Canal+ en marzo de 2011 y supuso todo un éxito y un aviso importante: el futuro de la ficción española podía estar fuera de las grandes cadenas en abierto.
Casi diez años después estamos cerrando 2020 y parece unánime que hemos vivido la mejor cosecha de series españolas en mucho tiempo. Quizás de la historia. La coincidencia en el tiempo de 'Patria', 'Antidisturbios', 'Veneno' y '30 monedas' en este último trimestre del año parece confirmar eso. No solo no estamos en un gran año para la televisión española sino que la televisión en abierto se estaba quedando atrás.
La gestación del peak TV español
Tampoco es que fuese una idea muy alocada. En la era del peak tv —es decir, del incremento sin precedentes de la producción— son los canales de pago estadounidenses los que han liderado la narrativa de la televisión de prestigio. Y la llegada de Netflix con sus primeros originales entre 2012 con 'Lilyhammer' y 'House of Cards' en 2013, fue solo un paso más en la evolución del medio.
Pero que esto funcionase en Estados Unidos, con una industria televisiva mucho más grande y una penetración del pago mucho mayor que en España, no quiere decir que lo haga aquí. Y, de hecho, todavía faltaría un lustro largo para que empezásemos a ver una apuesta clara por la ficción de pago en nuestro país. Pero cuando comenzaron Netflix con 'Las chicas del cable' y Movistar+ con 'La Zona', ambas estrenadas en 2017, ha sido otro cantar.
Así, en estos últimos años hemos presenciado una transformación de la televisión en nuestro país que ha visto en 2020 una maduración completa. Una cosecha excepcional que se ha logrado gracias a varios factores. Por un lado, HBO España ha tenido su puesta de largo con sus series originales. Si bien abrió en 2019 con 'Foodie Love', ha sido en este 2020 cuando han llegado sus grandes apuestas que se han unido a la ya churrería de Netflix y el goteo constante de series de Movistar+.
Por otro, tenemos a los grandes grupos audiovisuales "de toda la vida", que han apostado por aliarse con las plataformas de streaming para estrenar sus series. Ahí tenemos a Mediaset, con 'El pueblo' y 'La que se avecina' llegando a Amazon Prime, o TVE acordando que HBO sirva de segunda ventana instantánea para 'El ministerio del tiempo'.
Por su parte, Atresmedia ha decidido diversificar su brazo productor y apostar por diferentes vías para estrenar sus series, quizás demasiado en detrimento para Antena 3. Con el bombazo de 'Veneno', pero también con otras producciones como 'La valla', Atresplayer se ha convertido en una interesante opción para quien quiera ver nuevas series españolas.
La 1, paladín de las series en abierto
Esta aparente dejadez de la televisión en abierto es triste porque da la sensación de que la única interesada en mantener un caudal constante de series de producción propia es Televisión Española. Puede que el ente público sea, de hecho, el que mayor calidad media imprime en sus series actualmente. Entre 'Néboa', la temporada 4 de 'El ministerio del tiempo', 'Inés del Alma Mía' y 'Hit' ha firmado un año más que sólido en este sentido.
Finalmente hay también un factor que pocas veces tenemos en cuenta. Estamos "vaciando el cajón". Hay más hambre que nunca de series y eso hace que los tiempos entre producción y emisión se hayan acelerado. Hace unos años era muy habitual que las series (y programas) ya hechas se quedasen cogiendo polvo en la filmoteca de la cadena de turno esperando a que alguien viese propicio su estreno. Las razones de ello eran diversos —desde temas de dinero hasta de "censura" pasando por el no querer desprenderse de un as en la manga— pero cada vez era una política más absurda.
Un ejemplo de ello lo tenemos en la emisión de la serie de Telecinco de más éxito: 'La que se avecina'. Entre el final de la temporada 10 y el estreno de la 11 pasó año y medio. Se estrenó a finales de abril de 2019, un año después de grabarse. Un desfase del que parece haberse deshecho con la actual temporada 12.
Cuando la cantidad (sí que) importa
Para hacer buena televisión hay que hacer mucha televisión. No es que quiera hacer una apología del hacer series como churros como Netflix, pero sí que es verdad que el aumento de series de calidad que estamos haciendo en nuestro país se está correspondiendo, de momento, con un aumento de la producción.
En 2020 hemos calculado que se han superado las sesenta series emitidas en España (contando las diarias). Esto es el doble que hace tres años, cuando Netflix y Movistar+ entraron en el juego. De esas seis decenas, más de la mitad pertenecen al pago y al SVOD.
Un crecimiento que no siempre será así, pero los nuevos jugadores no solo están permitiendo este aumento sino que, además, hay mayor libertad creativa. Los creadores ya no están tan sujetos a los férreos esquemas de hacer capítulos de más de una hora que gusten a la ama de casa y al chico que pasa por ahí. Y se nota en planteamientos más atrevidos. Una expansión de géneros, tonos y estilos que parecen convivir bien.
Esto se une a un cuidado a nivel artístico que hace tiempo que no veíamos. Movistar+, por ejemplo, apostó por atraer directores de cine y esa búsqueda del aspecto cinematográfico ha marcado el camino de sus producciones en contrapunto a propuestas más de televisión convencional.
Además, ese "hay que hacer mucha televisión" se puede aplicar en los autores más en boga. Solo hay que ver a cuánta obra tienen los creadores de series tan notables como 'El desorden que dejas' (Carlos Montero), 'La valla' (Daniel Écija), 'Perdida' (Natxo López) o 'Patria' (Aitor Gabilondo). La experiencia se nota y haber hecho mucho hace que sepan ver lo que funciona y lo que no.
Siempre ha habido series españolas buenas, este año hay más
Yo soy de la opinión de que siempre ha habido series españolas buenas. Siempre en nuestras listas de lo mejor del año se colaba por méritos propios alguna que otra ficción española que destacaba. Sí que es verdad que es más fácil destacar en un grupo pequeño de estrenos que ahora mismo, sobre todo porque la calidad promedio de las series españolas ha aumentado con los años.
Toda esta evolución de la televisión en España ha culminado en un año que podríamos considerar de madurez del medio. Estamos viviendo cómo los conceptos que aparentemente no deberían estar muy de la mano como "televisión de prestigio" y "peak tv" (calidad y cantidad), han logrado coincidir en un buen puñado de ficciones.
Es un año excepcional y no sabemos si la tendencia se repetirá en 2021. La hecatombe de la pandemia hace que haya habido bastantes producciones paradas y se notará en plataformas como Netflix que este 2020 se ha dedicado a sacar series que tenía rodadas el año pasado.
Independientemente de que este 2020 haya obligado a cambiar planes, se ha iniciado una máquina imparable en cuanto a consumo y creo que en el futuro próximo se seguiremos viendo series en cifras similares. Otra cosa es que puedan coincidir en el tiempo tan buenas propuestas, que el prestigio se mantenga.
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La noticia 2020: el año en el que las series españolas lograron una madurez insólita fue publicada originalmente en Espinof por Albertini .
Javier Fernandez
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