Dios no nos mira. Está demasiado ocupado no salvando a los niños enfermos y dejando a la gente morir de hambre.
'The Knick' es una magistral producción de Cinemax que nos sitúa a principios del siglo pasado para hablarnos de las revoluciones vividas cada día a cuenta de los avances médicos que impulsaban a la humanidad hasta nuevas cotas nunca conocidas. Steven Soderbergh fue el director de las dos temporadas con las que (de momento) cuenta la serie.
A pesar de que se ha hablado mucho de su posible continuidad, a día de hoy, aún no sabemos si ésta llegará a concretarse. Lo que sí sabemos es que los 20 capítulos que hemos podido disfrutar de 'The Knick' la colocan entre nuestras series preferidas. Por su visión de la época, por su descarnado retrato social, por esas secuencias en las que no se ahorra sangre y vísceras y por un nombre que brilla con luz propia: John Thackery.
El genio loco
Clive Owen nos regala una memorable interpretación poniéndose en la piel de John Thackery, el brillante cirujano de 'The Knick'. Thackery está considerado entre sus compañeros como uno de los doctores más sobresalientes de la ciudad. Todos le respetan y adoran y por sus manos pasan los casos más complicados.
Thackery nos enseña algunos procedimientos médicos revolucionarios. No teme a investigar, incluso sobre sí mismo y eso le posiciona como un personaje que representa toda esa luz que la ciencia pretende arrojar sobre una sociedad todavía muy constreñida por los viejos hábitos. Es un genio, pero un genio enloquecido, por lo que su última operación le lleva a un final trágico en el que se nos muestra también como ese impulsivo ser humano que no mide sus propias flaquezas.
El adicto
Las drogas son malas. Mu malas. Pero, ¿qué es una droga? Muchos de los medicamentos que tomamos a diario, por prescripción facultativa, pueden convertirnos, sin darnos cuenta, en adictos. En la época que refleja 'The Knick' ciertas sustancias como la cocaína se usaban para realizar operaciones y calmar el dolor.
Así, Thackery es un adicto. Necesita la coca para trabajar. Cuando se da cuenta de su problema, al final de la primera temporada, la rehabilitación pasa por otra sustancia: la heroína. ¡Acabáramos! Thackery es un adicto, pero consciente, y su lucha por estudiar la curación de este tipo de pacientes representa un conflicto que sigue en boga hoy por hoy.
El corazón de un hombre
Thackery es un engreído, es un loco, es egoísta y vanidoso... Y, con todo eso, representa a esos maravillosos antihéroes que nos han ganado el corazón. De hecho, ya no queremos a más buenazos sin remedio, víctimas de trágicas circunstancias. Queremos a hombres de carne y hueso, héroes de acción, como el bueno del doctor.
Claro está, él también tiene sus momentos y sabe ganarnos como nadie. La medicina sirve para sanar. Y eso es un principio que va más allá de esta frase tan obvia. Thackery ayuda al que más lo necesita. Ya sea su antiguo amor, mutilado por la enfermedad, o bien unas pobres niñas, juguetes de circo. A pesar de todos sus insoportables defectos, la bondad reside en su corazón. Una bondad entendida como honestidad, pureza y compromiso.
En ¡Vaya Tele! | La importancia de llamarse
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La noticia La importancia de llamarse John Thackery fue publicada originalmente en Vaya Tele por Noelius .
Javier Fernandez
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