Es inevitable. Vivimos en una era de sobreinformación en la que cualquier detalle es susceptible de convertirse en una NOTICIA DE ÚLTIMA HORA. Así, en mayúsculas. Puede darnos la sensación de que ahora se renegocian muchos contratos, los showrunners abandonan sus series a mitad para irse a otras cosas, los cambios de guionista están a la orden del día y las negociaciones son procesos más complejos. Pero no. Probablemente las cosas no hayan cambiado tanto en la industria; no son ellos, es Internet.
Es más que comprensible la obsesión por generar ruido, por anticipar un evento meses antes de que llegue su estreno y, en definitiva, activar la maquinaria de la mercadotecnia para intentar evitar o minimizar su probable fracaso; la temporada pasada, el porcentaje de cancelación de los nuevos estrenos en network fue de un 70%. Internet ofrece herramientas baratas y efectivas para generar ese interés en el espectador, para colocar una serie nueva en el mapa o poner el foco sobre un futuro evento llamativo en una vieja amiga.
Sin embargo, todo este asunto con los spoilers y la anticipación de acontecimientos llegó a tal punto de descontrol, que últimamente las cadenas están un poco más vigilantes con los factores utilizan como reclamo. Es difícil evitar que la noticia de la marcha de un actor del reparto se traslade en elucubraciones de los fans sobre cómo será su salida de la historia, pero parece que se detecta cierta cautela con cambios que afectan a la trama, para conservar intacta al menos una parte de la sorpresa.
¿Es la marcha de un actor un spoiler?
No toda la sorpresa, claro. Porque si pensamos en la polémica más reciente con este asunto –la de Anatomía de Grey-, la propia cadena había empleado la frase «el episodio que América nunca olvidará» en las promos del capítulo de anoche. Sin embargo, la posible marcha del actor se había rumoreado durante un tiempo pero nunca fue nada seguro, no se había anunciado un final de contrato ni se hacía referencia a nada concreto del contenido (y, claro, cuando hablamos de Shonda, ninguna divagación grandilocuente sobre lo que puede pasar está fuera de lugar).
¿Es la marcha de un actor un spoiler? Obviamente es un adelanto de lo que está por venir y condiciona la forma en la que un espectador se asoma a la serie, a la historia y al desarrollo de ese personaje concreto. Por motivos lógicos –los protagonistas son precisamente eso, esenciales- estos grandes dramas no suceden con demasiada frecuencia, ya que no es habitual que los personajes principales permanezcan intactos hasta el final.
Globalización en la información, no en los contenidos
¿Qué ocurre cuando estos grandes acontecimientos dentro de la historia llegan a una ficción? Se desata el infierno. La regla para muchos está clara: se ha emitido, no es spoiler. No voy a entrar a debatirlo, ni a diferenciar entre los spoilers necesarios o los malintencionados, ni a hablar de la posibilidad de cuidar los titulares.
Simplemente no se puede pasar por alto la desventaja que supone estar conectado a un mundo donde la información está globalizada pero los contenidos televisivos no. No podemos aislarnos –aunque Google crea que sí y esté desarrollando un software que elimine los spoilers de tus resultados cuando navegas- y sin embargo la frase hoy no entro en twitter es más que habitual.
En ¡Vaya Tele!, como en cualquier medio televisivo, informamos de estos hitos y estas noticias procurando siempre abordarlos de la forma más inofensiva posible. Nosotros mismos somos seriéfilos y nos planteamos la actualidad como tales, sin desvelar qué ocurre con un actor que se marcha o con la trama del personaje al que interpreta – además de que el hecho de que un actor abandone no tiene por qué ser algo definitivo; nunca lo sabremos hasta ver cómo se reflejará en la historia.
La polémica está servida, y está claro que lo que es spoiler cambia mucho de un espectador a otro, pero aquí creemos que es necesario alejarse de la frustración inicial por no poder evitar el chasco; hay que poner las cosas en perspectiva y asumir que la democratización de la información viene con sus desventajas. La clave está en diferenciar la malicia del propósito de informar. Y sí, un titular abstracto también puede hacer que quien lo lea sume 1+1 y deduzca lo que ha ocurrido, pero estos extremos nos van a llevar al punto en el que no podremos hablar de nada.
En ¡Vaya Tele! | Cómo tratar los spoilers en la era de las redes sociales: el caso de BBC One y 'Sherlock'
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La noticia ¿Qué un actor abandona una serie? La «polémica spoiler» está servida fue publicada originalmente en Vaya Tele por Adriana Izquierdo .
Javier Fernandez
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