‘Tu cara me suena’ es lo mejor que le ha podido pasar a Antena 3. El programa de Gestmusic ha cerrado su tercera edición aguantando el tipo frente a ‘La Voz Kids’, que llegó arrasando en audiencias y bajando del trono al que había conseguido subirse ‘Tu cara me suena‘. Esa ha sido una de las razones que explican el descenso de espectadores que ha experimentado el talent show de Antena 3, que ha cumplido su tercera etapa fiel a su estilo y buscando la complicidad constante con quienes se encuentran al otro lado de la pantalla.
No lo tenía nada fácil un programa que comenzó con un nivel más bajo que con el que se marchó el año pasado, sobre todo por un casting que en líneas generales no desprendía mucho potencial. Algunos concursantes han conseguido semana tras semana desligarse de esa idea previa, aunque ha habido otros que se han quedado a medio camino de lo que el espectador espera ver en pantalla a la hora de imitar. Pese a esto, la tercera edición de ‘Tu cara me suena’ ha pretendido ser más grande, en número de concursantes o en número de galas, factores que no siempre han jugado a su favor.
Estirando la fórmula
Es normal que una cadena quiera aprovechar al máximo un producto que funciona, pero este año hemos encontrado por parte de Antena 3 una actitud muy perjudicial para ‘Tu cara me suena’ en el futuro. En un intento de exprimir cada décima de share posible, y en vez de tratar el programa con delicadeza, la cadena ha optado por estirar la edición al máximo, alargando el número de galas y convirtiéndola en la más larga de todas las que han pasado por televisión. Han sido un total de 19 galas en las que muchas veces hemos tenido la sensación de estar viendo lo mismo que todas las semanas y donde ha aparecido cierto síntoma de desgaste que podría jugar una mala pasada a las ediciones futuras.
Algo parecido podemos trasladar a la actitud que se ha tenido a la hora de estirar cada gala, situando su final más allá de la 01:30 horas, un horario con el que se ha buscado un buen dato de share al día siguiente sin importar el número de espectadores que, rendidos ante el sueño, han optado por despegarse del programa para marcharse a la cama. En un mundo televisivo utópico, ‘Tu cara me suena’ debería tener un final adecuado, tanto en hora como en número de galas, que favoreciera el buen sabor de boca constante por parte de los espectadores. En vez de eso, la audiencia ha batallado contra eternas pausas publicitarias y la preferencia de alargar lo que funcionaba en lugar de buscar nuevos espacios que ocuparan su lugar.
Estos baches han sido sorteado por parte del equipo del programa, que ha buscado innovar en algunas galas para volver a levantar la expectación del público. Galas especiales (la centrada en la canción del verano o aquella en la que se recurrió a los duetos y a la presencia de un buen número de caras conocidas) o actuaciones para homenajear un momento televisivo (el anuncio de la Lotería de Navidad o la actuación de Miley Cirus en los MTV VMA´s) han demostrado las oportunidades que ‘Tu cara me suena’ sigue teniendo para innovar y ofrecer algo diferente, un hecho que se sigue agradeciendo hoy en día en televisión. Quizá habría sido más interesante combatir el elevado número de galas con un proceso de eliminación progresivo aprovechando el paso a las galas en directo, dejando por el camino a un concursante cada semana, un recurso que consigue seguir alimentando la curiosidad del espectador.
Una temporada más, hay que agradecer que un espacio como ‘Tu cara me suena’ se atreva a emitir parte de sus galas en directo sin perder frescura y agilidad y sacando lo mejor de todos los componentes que participan en el juego. El programa de Antena 3 sigue demostrando que se puede seguir apostando por televisión en vivo sin perder calidad, una técnica cada día más olvidada por otros espacios que deciden recurrir directamente al diferido durante su paso por televisión.
La importancia de la implicación del jurado
La tercera temporada de ‘Tu cara me suena’ ha acabado con nombres propios grabados a fuego. Ha sido la edición de Los Chunguitos, por mal que nos pese a algunos, de Llum Barrera, Florentino Fernández y también de Marta Sánchez. La particularidad es que esta última ha conseguido destacar por su frío papel dentro del jurado del talent show, desmarcándose de las bromas y la complicidad que sí han demostrado el resto de participantes. Marta Sánchez ha tenido salidas de tono constante, que han perjudicado al programa al convertirlo en noticia por culpa de ese mal ambiente y no por la blancura con la que siempre ha querido destacar.
Este mal ambiente se hizo evidente en la gala final de ‘Tu cara me suena’, donde la cantante ni siquiera participó en una imitación grupal con el resto de miembros del jurado. Vemos que, de cara al futuro, no solo hay que tener cuidado con el casting que se haga entre los concursantes que se enfrentan al reto de imitar, sino también entre las caras que acepten juzgar las actuaciones y jugar con las propuestas de ‘Tu cara me suena’, algo fundamental para que el espectador pase un buen rato delante de la pantalla.
En la última gala, Edurne se erigió como la ganadora de la tercera edición de ‘Tu cara me suena’, después de que se batiera en un esperado duelo final con Melody por hacerse con el triunfo. Se escenificó la rivalidad que veníamos viendo desde semanas atrás, aunque lo cierto es que al final de todo, lo que menos importa de ‘Tu cara me suena’ es el ganador. El programa ha demostrado que su éxito radica en el entretenimiento televisivo más puro, ese que es capaz de extraer elementos cómicos en cualquier instante y que hace que, tres temporadas después, y pese a algunos altibajos y una extensión inadecuada, ‘Tu cara me suena’ siga siendo una apuesta sólida en nuestra televisión.
En ¡Vaya tele! | ‘Tu cara me suena’, a medio gas
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La noticia 'Tu cara me suena', la resistencia de la tercera edición fue publicada originalmente en Vayatele por Jose Diaz.
Javier Fernandez
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