Cinco años después de triunfar en el Festival de Berlín con su anterior película, Diao Yinan sube la intensidad de su preciosista puesta en escena con su nuevo largometraje, 'El lago del ganso salvaje', un thriller con aires noir que, entre otras cosas, muestra alguno de los estallidos de violencia más celebrados en la pasada temporada de festivales. Hablamos con su director durante la promoción del estreno oficial de su estupenda película.
A la caza
Kiko Vega (KV): Después del triunfo en Berlín con 'Black Coal', ¿fue más sencillo encontrar financiación para la película?
Diao Yinan (DY): Por supuesto. Tras el éxito de aquella fue mucho más sencillo. El premio en Berlín es un galardón muy reconocido que además potenció la taquilla de la película en mi país, pero también las ventas internacionales. Eso nos abrió muchas puertas para poder sacar adelante 'El lago del ganso salvaje'.
KV: ¿Cómo funciona tu proceso creativo?
DY: El guión me llevó dos años, más otro más para la disponibilidad de los actores y otro para el rodaje y la post-producción. Para mantener ahora estos proyectos debo dar lo mejor de mí, debe gustar a crítica y a público. Con la última ya se han vendido los derechos a más de 25 países. El tiempo es largo, pero merece la pena cuando ves que en mi país más de cinco millones de personas han pasado por el cine.
KV: Llama la atención el tiempo que pasa entre tus producciones, pero se entiende algo mejor con lo que acabas de decir
DY: Siendo un director independiente podía expresar mis temas más personales sin la necesidad de una inversión que me facilitase las cosas. Sentía mucha menos presión, era más joven y más valiente, por supuesto. Ahora las cosas han cambiado. Mi papel no es el mismo, ahora hay que pensar en el mercado internacional, en las recompensas para los inversores. No es solo una cuestión técnica, ahora toca pensar en muchas otras cosas. Este cambio lleva su tiempo, por eso pasa tanto tiempo.
KV: La película tuvo una gran acogida en el último festival de Sitges, y creo que es porque tus ambientes y resoluciones son casi de género. ¿Te gusta el cine de terror? ¿Te ves haciendo cine de terror?
DY: Me gusta mucho el cine de terror. Estoy seguro de que en el futuro dirigiré una película de terror, pero me gustaría tener el mejor guión posible, la mejor historia que pueda contar dentro del género. Este tipo de película me exigiría un mayor tiempo de creación, pero creo que también tiene un mercado mucho más fiable.
KV: Tus retratos urbanos son cada vez más desoladores, y ayudan a la creación de tus ambientes, ¿has pensado salir fuera en tus próximos trabajos?
DY: Sí, por supuesto. Tengo una mentalidad muy abierta al respecto, y siempre que sea posible, si tengo la más mínima opción de hacer una película fuera de China, la haré. Hong Kong, Japón, Taiwan, Europa o Estados Unidos. Estoy completamente abierto a la propuesta.
KV: Llaman la atención momentos los momentos musicales, son muy llamativos, ¿Cuáles son sus referentes a la hora de tratar la música en el cine?
DY: He propuesto que se utilice una gran cantidad de melodía tradicional oriental, así como instrumentos orientales como el sheng (instrumento de viento chino, un órgano de boca que consiste principalmente en tubos verticales), el guzheng (instrumento de cuerdas tradicional chino), shamisen (un instrumento musical japonés derivado del chino sanxian de tres cuerdas), el bangzi de la ópera de Pekín y el arpa. En este caso, la banda sonora de las películas tradicionales de Wuxia me ha inspirado mucho.
KV: Los estallidos de violencia de su cine también son muy sorprendentes. ¿Tienes clara la forma de morir de los personajes o dedicas un tiempo extra a pensar exóticas formas de matar?
DY: En realidad, se trata de convertir el prodigio de la violencia en un ritual. En 'El lago del ganso salvaje' el diseño de las escenas de violencia ha tendido a ser real y sangriento, y la violencia se ha expresado de una manera realista. Luego estas escenas se han convertido en un ritual incluso con sentido estético a través de los métodos y un montaje exagerados. El cine negro, por su naturaleza, tienen devoción por los espectáculos impresionantes de violencia. Mientras este tipo de cine detesta a las mujeres, admira el ritual en el que los personajes masculinos sufren traiciones, como admirar el tótem de los héroes trágicos. Eso es el resultado de la exteriorización de sus valores sentimentales. Sin embargo, la violencia también tiene una existencia irónica porque no puede conseguir lo que quiera tener. El final de los personajes, su destino son tristes. Todo es impotente y vacío.
Lo grotesco del mundo se refleja por algunas maneras violentas singulares. Se extrema la violencia para que la audiencia la perciba en un instante. Estas escenas violentas se me van ocurriendo al diario y guardo estas ideas en mi mente. Las uso cuando llegue el momento oportuno. Todas las escenas violentas que se ven en esta película las he descrito muy claramente en mi guion, incluso la explicación de todas las acciones y el ambiente que genera la violencia. De hecho, todo eso ya estaba escrito antes del rodaje. No es un diseño de acciones espontáneo sino una planificación previa.
Diao Yinan: "Cuanto más miedo tenemos a la violencia, más intimamos con ella"
KV: Parece que hemos dado con el tema
DY: Si se muestran unos siameses a la audiencia, quizás el público no puede sentir lo grotesco hasta que no vea cómo conversan los gemelos, o cómo viven. O tal vez la audiencia puede percibir algo curioso una persona se transforma en un escarabajo, pero el prodigio de la violencia se encuentra en un nivel realista y da al público algo que no ha podido aceptar. Es una existencia real y es una pesadilla que fuerzas a la audiencia a que acepte. Por ello, cuanto más miedo tenemos a la violencia, más intimamos con ella. Es igual que el fenómeno de que por la noche solemos soñar con lo que pensemos durante el día. O es decir, podemos superar la violencia por medio de algún juego. Como decía Peter Greenaway, el color negro representa la muerte y tenemos mucho miedo a la muerte, por eso tenemos más apetito por las cosas negras, queremos comerlas y convertirlas en manjares.
KV: En la película no hay héroes ni villanos, imagino que porque en la vida tampoco los tenemos
DY: En esta película todos los hombres tienen el sueño de ser un héroe y se alzan desde la perdición para conseguirlo, por eso existen vínculos bien estrechos entre el heroísmo y violencia. Por lo sangriento, cruel y romántico. Uno de los símbolos del hombre consiste en su habilidad para dominar y manejar la violencia, así como su impulsividad. Demuestra que no flojea con las acciones violentas y ese cuerpo fuerte realza que tiene un corazón tierno. Los rivales que va eliminando son los obstáculos que le impiden llegar a ser un héroe. Por eso, los personajes tienen que mostrar su espíritu heroico rápidamente a través de estas acciones.
KV: Antes hablabas de la música en el cine Wuxia (cine de artes marciales), ¿ha sido también una infliuencia estética?
DY: Toda esta violencia del héroe se ha visto desde hace tiempo en las películas chinas de Wuxia y en las películas japonesas de samuráis, por ejemplo, las de King Hu y Masaki Kobayashi. La diferencia está en que su diseño de las acciones violentas no era tan real, pero tampoco aspiro únicamente a lo real. También intento conseguir lo formal y estético. Incluso se puede observar las influencias de las óperas tradicionales chinas y el teatro Nō japonés. Actualmente, el cine de género hace la violencia más grotesca con lo cual hace al público sentir que los personajes se encuentran en un entorno muy hostil y peligroso. Hoy en día ya no se expresa la violencia de una manera clásica.
La sociedad moderna es más ridícula y la violencia suele ser una cosa repentina en la vida cotidiana. Por ejemplo, en el momento en el que la cabeza de un chico vuela en la película, la audiencia sabe que el destino ha cambiado, pero esta escena se ha hecho de una manera bien habitual. Así es la cotidianidad de la violencia. El prodigio de la violencia no está en enseñar a la audiencia una espada japonesa preciosa, sino que el sacar un palillo también puede ser una señal de violencia. Nos aterroriza más la cotidianidad de la violencia, lo cual produce una conexión interna entre los personajes y el entorno donde se encuentra. La conexión es lo grotesco y lo decadente del mundo y los valores de los personajes se van perdiendo en un mundo así. Vagabundean en el abismo oscuro de decadencia. Esta conexión hace que esta película combine el diseño de la estética de la violencia con los personajes del cine de género.
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La noticia "Nos aterroriza la cotidianidad de la violencia". Diao Yinan ('El lago del ganso salvaje') fue publicada originalmente en Espinof por Kiko Vega .
Javier Fernandez
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