Desde hace unas semanas, en el catálogo de Netflix destaca una producción basada en hechos reales, 'Dirty John', la historia de Debra Newell (Connie Britton), una diseñadora de interiores que aparentemente lo tiene todo, éxito personal y laboral, pero los fracasos amorosos se le acumulan y sus citas son un desastre. Hasta que aparece John Meehan (Eric Bana) en su vida y parece que por fin ha encontrado a su hombre ideal.
John es un médico atractivo, cariñoso y atento. Pese a la desconfianza de sus hijos, Debra se embarca en una relación donde la convivencia y la boda se suceden de una manera frenética. Debra piensa que todo es idílico pero un día descubre que John le ha contado más de una mentira y su vida de color de rosa empieza a derrumbarse...
Ya en 2017 esta historia fue adaptada en un podcast que cosechó gran éxito pero Netflix nos aporta dos nuevas formas de adentrarnos en el mundo de John, primero en formato de serie y al poco tiempo de su estreno también añadía a su catálogo el documental 'Dirty John, the Dirty Truth' donde podemos encontrar la versión de la historia contada por los propios protagonistas y víctimas de este estafador.
Una ficción sin rumbo definido
Si retomamos la ficción está claro que su punto fuerte se encuentra en el momento del descubrimiento de la verdad de John y cómo van a reaccionar y resolver el problema los protagonistas. Desde el primer episodio sabemos que algo va mal y estamos esperando ese punto álgido casi desde el minuto uno.
Es complicado aburrirte con esta serie, los hechos se suceden y consigue atraparte en la trama pero su principal error es la falta de un tono definido, parece una simple reconstrucción de los hechos pero sin ningún propósito ni propuesta estética o narrativa.
Se pierde en historias secundarias de miembros familiares que intentan dar contexto y bagaje a los personajes pero que a final no aportan nada y parece que están simplemente para rellenar minutos. La naturaleza siniestra y depredadora de John no esta bien definida, una figura paterna que parece más bien un hombre disfrazado de mafioso y una historia trágica en el seno familiar de Debra no consiguen ser partes lo suficiente sólidas como para que funcionen dentro del desarrollo de la serie.
'Dirty John': una historia con potencial, un casting desafortunado
Esta falta de tono desmerece los que a priori es un diamante en bruto. Una historia que puede enganchar y resultar un producto más que interesante se queda a medio gas. Lo adecuado habría sido llevarlo al terreno de la tensión continua y optar por unas interpretaciones potentes y, ni lo uno ni lo otro.
Eric Bana es lo mejor que encontramos en el reparto de esta producción, encarnando perfectamente a un hombre muy atrayente y dinámico pero con una cara oculta terrorífica muy creíble. Pasa de la calidez a ser escalofriante a una velocidad pasmosa, pero por el contrario las actrices de la serie no dan la talla.
Connie Britton en el papel de Debra no consigue defender su historia, más allá de representar a una mujer ingenua no aporta nada más, ningún matiz. Se supone que era una mujer con total dependencia de John, que estaba como abducida, y eso en la serie no se plasma, o mas bien no se esmeran en hacerlo creer. Se muestra de una manera pusilánime casi caricaturesca donde ni empatizas ni consigues ver esa preocupación por sus hijas ante los duros acontecimientos que suceden en el punto clave de la serie. De quién más se podía esperar por su gran actuación en series como 'Ozark' o 'Maniac' es Julia Garner, en el papel de la hija de Debra, Terra. Atraviesa el episodio mas dramático de la serie y, por desgracia, tampoco convence.
Una de las, quizá, inmerecidas cargas que ha llevado a su espalda la serie es su inevitable comparación con 'You', con la que, además de encontrarse en Netflix, comparte un importante punto en común, la figura de un acosador. Mucha gente con esta premisa pensaba que volvería a encontrarse con un producto igual de fresco e interesante** pero 'Dirty John' no cumple esas expectativas. 'You' podía desvariar en muchos aspectos pero su personalidad, estilo e ironía, la convertían en uno de los productos del año, algo que la historia de John Mehaan no ha conseguido.
Basado en hechos reales, esta vez de verdad
Uno de los aspectos a alabar de esta producción es su fidelidad y respeto hacia los hechos reales. Tras ver el documental podemos corroborar que salvo pequeños sucesos o detalles la ficción se acerca con exactitud a la dura experiencia de la familia Newell y las anteriores exmujeres de John Meehan.
La caracterización, en especial de las mujeres Newell, es para aplaudir, el tono de voz y la apariencia que adquieren las actrices son muy parecidas a la de los personajes reales; elementos que ayudan a la veracidad de la representación y eliminan disonancias durante el visionado del documental.
En la serie se hace mucho énfasis en retratar esa naturaleza depredadora del protagonista, sin ocultarla ni desvelarla a mitad de la ficción; algo no concuerda y solo esperas que los personajes de la pantalla se den cuenta. Todo se revela con cierta rapidez, algo que se agradece.
La dura realidad de la historia se traslada en los episodios añadiendo ligeros cambios como más personajes o tramas secundarias que no alteran en absoluto la narración de lo sucedido. Así que si eres fan del podcast o te enganchó la historia de John Meehan, vas a encontrar mucho más encanto a esta producción o el documental que los espectadores que acudan vírgenes a su visionado. Y si te fascinó 'You', acude a 'Dirty John' con toda la cautela posible, quizá así te entretengas más.
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La noticia 'Dirty John': la serie de Connie Britton y Eric Bana en Netflix es un correcto pasatiempo para llenar el vacío de 'You' fue publicada originalmente en Espinof por Lara Ben-Ameur .
Javier Fernandez
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